21/04/2018, 00:53
Justo antes de que mi cuerpo se encontrase con el enemigo, un alarido llegó a mis oídos, desde mi posición pude observar como Aki se mantenía en pie y luchando, logró herir al arquero, aunque ella también estaba lesionada, no lo demostraba, era toda una guerrera.
No obstante, mi gemelo que se encontraba apoyando a Karamaru, no pudo confirmar que el calvo se marchase por donde le indicaba, mis ojos solo tenían atención para una única persona, y esa era aquel hombre que tenía un lanza entre sus manos; él no se detuvo en ningún momento y atacó con su filosa arma, una ofensiva dirigida a mi tórax; fue en el preciso momento de su agresión en que lancé el kunai dirigido precisamente a un espacio que se encontraba en sus clavículas y exactamente por encima del esternón, la lanza terminaría atravesando mi pecho de lleno y mi único objetivo era que aquella cuchilla cortase en aquel punto indicado, poco después mi imagen se volvió amorfa hasta que estalló como un cubo de agua que era vaciado a la nada.
—Shh, Karamaru, por aquí!— Murmuré para no cometer el mismo error del pasado mientras le hacia señas desde un árbol que estaba rodeado por arbustos. —¿Cómo te encuentras?— Entonces volteé a ver hacia el claro, Aki seguía luchando como toda una fiera y no estaba seguro de que mi plan hubiera salido exitoso, sería cuestión de esperar y ver sí se manifestaba el tercero.
—Alguien se acerca.— Musité a Karamaru mientras le hacía un ademán para que se mantuviese en silencio y no se moviera; saqué lentamente otro kunai y fue entonces cuando la figura del otro médico se nos unió. —Que susto, ¿tienes algún plan?
No obstante, mi gemelo que se encontraba apoyando a Karamaru, no pudo confirmar que el calvo se marchase por donde le indicaba, mis ojos solo tenían atención para una única persona, y esa era aquel hombre que tenía un lanza entre sus manos; él no se detuvo en ningún momento y atacó con su filosa arma, una ofensiva dirigida a mi tórax; fue en el preciso momento de su agresión en que lancé el kunai dirigido precisamente a un espacio que se encontraba en sus clavículas y exactamente por encima del esternón, la lanza terminaría atravesando mi pecho de lleno y mi único objetivo era que aquella cuchilla cortase en aquel punto indicado, poco después mi imagen se volvió amorfa hasta que estalló como un cubo de agua que era vaciado a la nada.
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—Shh, Karamaru, por aquí!— Murmuré para no cometer el mismo error del pasado mientras le hacia señas desde un árbol que estaba rodeado por arbustos. —¿Cómo te encuentras?— Entonces volteé a ver hacia el claro, Aki seguía luchando como toda una fiera y no estaba seguro de que mi plan hubiera salido exitoso, sería cuestión de esperar y ver sí se manifestaba el tercero.
—Alguien se acerca.— Musité a Karamaru mientras le hacía un ademán para que se mantuviese en silencio y no se moviera; saqué lentamente otro kunai y fue entonces cuando la figura del otro médico se nos unió. —Que susto, ¿tienes algún plan?