21/04/2018, 16:38
Para el lamento del escualo, él no podía sentir aquel mal augurio que envolvía a Daruu. Y no porque no pudiese ver a los maleantes, sino porque Kaido no solía amedrentarse en ese tipo de situaciones aún y cuando el cúmulo de exploradores que aguardaban fuera de la caverna estuviesen armados hasta los dientes, o lucieran de muy mala pinta.
—Vale, ve tú delante para que me guíes —pidió—. —voy justo detrás tuyo
Si se hubiera encontrado él sólo con aquella disyuntiva, probablemente habría corrido despavorido hasta el exterior, secundando un enfrentamiento directo. El sigilo no era lo suyo. Pero las posibles represalias de un plan tan desinteresado como ese podría costarle mucho más a Daruu que a él mismo, por lo que no pretendía tener que volver a Yukio con la conciencia agobiada por haber sido el responsable de la muerte de dos buenos amigos.
Un pie tras otro, trató de avanzar con parsimonia a través de la cueva siguiendo los pasos de su segundo par de ojos. Tratando de no pisar alguna piedra, ni de respirar muy hondo, con las manos acariciándole las laderas de su cintura donde reposaban alguna de sus armas.
Esperaba no tener que desempolvar alguna.
—Vale, ve tú delante para que me guíes —pidió—. —voy justo detrás tuyo
Si se hubiera encontrado él sólo con aquella disyuntiva, probablemente habría corrido despavorido hasta el exterior, secundando un enfrentamiento directo. El sigilo no era lo suyo. Pero las posibles represalias de un plan tan desinteresado como ese podría costarle mucho más a Daruu que a él mismo, por lo que no pretendía tener que volver a Yukio con la conciencia agobiada por haber sido el responsable de la muerte de dos buenos amigos.
Un pie tras otro, trató de avanzar con parsimonia a través de la cueva siguiendo los pasos de su segundo par de ojos. Tratando de no pisar alguna piedra, ni de respirar muy hondo, con las manos acariciándole las laderas de su cintura donde reposaban alguna de sus armas.
Esperaba no tener que desempolvar alguna.