22/04/2018, 12:15
(Última modificación: 22/04/2018, 12:16 por Amedama Daruu.)
Entonces, Hibagon había ido a buscarles, pero no era Hibagon el que estaba robando comida de Yukio... al parecer, el gigante colérico también era demasiado bonachón como para robarle a la gente. «Bien, pues si son estos hijos de puta los que han estado robando comida de Yukio, ya está claro, a ver cómo lo hacemos para... ¡no, idiota!». Daruu, atónito, asistió al intento de persuasión de un Kaido que acababa de salir detrás de las rocas.
«¡Pero Kaido, tu...!»
—Es un ninja. ¡Mierda, nos han descubierto! ¡Le han contratado para cazarnos! ¡Matadle!
«...bandana.»
El más grande de los tres se levantó de un salto y se dirigió hacia Kaido para pegarle un porrazo en la cabeza. Mientras, los otros dos flanqueaban para rodearle por los flancos. Daruu santó por encima de su roca y le agarró la cabeza a uno de ellos, estirando hacia atrás mientras ponía la zancadilla. Entonces liberó el kunai de su manga y lo hundió rápidamente en su cuello.
—¡Kaido, cuidado!
—¡Mierda, no, Atsu-kun! ¡Hijo de perra! —Bramó el ninja restante, que rodeó a Kaido por completo y se abalanzó sobre Daruu empuñando una navaja. El Hyuuga desvió el ataque con una ráfaga de chakra, y agarró el brazo para sujetarlo. Con la otra mano, clavó sus dedos índice y corazón en la muñeca, atacando a la articulación y haciéndole soltar el cuchillo.
—¿Hay más bandoleros con vosotros? —exigió saber Daruu. El bandolero respondió con un cabezazo, que lo arrojó al suelo.
Se agachó y cogió la navaja. Se abalanzó sobre Daruu dispuesto a hincársela en la tripa.
—¡Eramos cada vez menos y tú has matado a uno de los tres últimos, hijo de puta!
«¡Pero Kaido, tu...!»
—Es un ninja. ¡Mierda, nos han descubierto! ¡Le han contratado para cazarnos! ¡Matadle!
«...bandana.»
El más grande de los tres se levantó de un salto y se dirigió hacia Kaido para pegarle un porrazo en la cabeza. Mientras, los otros dos flanqueaban para rodearle por los flancos. Daruu santó por encima de su roca y le agarró la cabeza a uno de ellos, estirando hacia atrás mientras ponía la zancadilla. Entonces liberó el kunai de su manga y lo hundió rápidamente en su cuello.
—¡Kaido, cuidado!
—¡Mierda, no, Atsu-kun! ¡Hijo de perra! —Bramó el ninja restante, que rodeó a Kaido por completo y se abalanzó sobre Daruu empuñando una navaja. El Hyuuga desvió el ataque con una ráfaga de chakra, y agarró el brazo para sujetarlo. Con la otra mano, clavó sus dedos índice y corazón en la muñeca, atacando a la articulación y haciéndole soltar el cuchillo.
—¿Hay más bandoleros con vosotros? —exigió saber Daruu. El bandolero respondió con un cabezazo, que lo arrojó al suelo.
Se agachó y cogió la navaja. Se abalanzó sobre Daruu dispuesto a hincársela en la tripa.
—¡Eramos cada vez menos y tú has matado a uno de los tres últimos, hijo de puta!