22/04/2018, 12:34
—Y como somos un equipo, tienes que recuperarte pronto y salir de este hospital para continuar con las misiones.
Daruu le miró resentido por encima de su trozo de pizza, con los ojos entrecerrados.
«Déjame tener un detalle con vosotros, pedazo de idiota.»
—Pero antes de eso... lucharéis.
Pese a la indignación de Ayame, Daruu no tuvo nada que decir al respecto. Eso ya entraba dentro del plan. Ya pensaba pedirle a Ayame que entrenase con él. Ya pensaba hacerlo.
La muchacha intentó huir. Daruu clavó sus nuevos ojos púrpura en ella y luego los apartó, entrecerrándolos y sumergiéndose en un mar de experiencias pasadas con la kunoichi para descifrar qué le podía estar pasando. No tardó mucho en hallar una hipótesis convincente.
—¿Todavía te da miedo combatir? Pero si estuviste entrenando con Daruu-kun hace unos días. ¿Qué ha ocurrido?
—Y yo gané. Eso es lo que ha ocurrido —se atrevió a decir, sin mirarlos a ninguno de los dos. Mordió su trozo de pizza una vez más, y esperó, procurando no hablar con la boca llena—. Siempre que yo gane, ella se pondrá así. Porque a ella en realidad no le interesa mejorar. Le interesa sentir que es válida, que no es peor que los demás, que no es un lastre. Sólo quiere ganar para validarse a sí misma y ponerle un falso parche a su falta de autoestima.
»Y mientras siga con esa mentalidad, no sólo perderá, sino que no disfrutará de combatir contra ninguno de sus compañeros porque estará siempre juzgándose.
Daruu le miró resentido por encima de su trozo de pizza, con los ojos entrecerrados.
«Déjame tener un detalle con vosotros, pedazo de idiota.»
—Pero antes de eso... lucharéis.
Pese a la indignación de Ayame, Daruu no tuvo nada que decir al respecto. Eso ya entraba dentro del plan. Ya pensaba pedirle a Ayame que entrenase con él. Ya pensaba hacerlo.
La muchacha intentó huir. Daruu clavó sus nuevos ojos púrpura en ella y luego los apartó, entrecerrándolos y sumergiéndose en un mar de experiencias pasadas con la kunoichi para descifrar qué le podía estar pasando. No tardó mucho en hallar una hipótesis convincente.
—¿Todavía te da miedo combatir? Pero si estuviste entrenando con Daruu-kun hace unos días. ¿Qué ha ocurrido?
—Y yo gané. Eso es lo que ha ocurrido —se atrevió a decir, sin mirarlos a ninguno de los dos. Mordió su trozo de pizza una vez más, y esperó, procurando no hablar con la boca llena—. Siempre que yo gane, ella se pondrá así. Porque a ella en realidad no le interesa mejorar. Le interesa sentir que es válida, que no es peor que los demás, que no es un lastre. Sólo quiere ganar para validarse a sí misma y ponerle un falso parche a su falta de autoestima.
»Y mientras siga con esa mentalidad, no sólo perderá, sino que no disfrutará de combatir contra ninguno de sus compañeros porque estará siempre juzgándose.