22/04/2018, 17:44
El Morikage asintió, confirmando las sospechas de Juro.
—Estás en lo cierto, Juro-kun. Es importante que ninguno de tus compañeros sepa que eres el jinchuuriki. Si sólo las más altas esferas, y tu familia, lo saben, estaremos más seguros de que nadie va a ir contándolo por ahí. Sería una desgracia que algún villano se enterase y tratara de raptarte para obtener el poder de la bestia. Si ya pasó una vez, ¿por qué no otra?
— Si. Seré discreto — murmuró Juro, mientras le recorría un escalofrío, pensando en las posibilidades.
De repente, se sintió muy importante. Como si fuese el hijo de un Kage o de un noble. Tenían que proteger su identidad. Iba a estar en peligro. Nadie podía saber qué era el jinchuuriki de Kusagakure — cuando lo fuese. Si llegase a pasar, tendría que hacerse más fuerte. Mucho más fuerte. Lo suficiente como para poder defenderse así mismo.
« ¿Cómo reaccionará mi hermana cuando sepa esto? No podrá soportarlo. Y mi abuela... » — pensó Juro, tristemente. No solo el peligro que tenía, ahora también iba a traer peligro a su familia. Probablemente Katsue lloraría, aunque trataría de ser fuerte por todos. Él solo imaginarlo...
»Sin embargo, es obvio que tendremos que decirles a los demás que, desgraciadamente, tuvimos, no había otro remedio, que encerrar a un bijuu en un jinchuuriki de nuestra aldea. Los Arrozales del Silencio, al fin y al cabo, están mas cerca de nuestra villa que de ninguna otra. Lo cual, si me permites, es cierto y además entra dentro de los términos del antiguo pacto de no agresión...Crear un jinchuuriki sin avisar de que lo tienes y pretender que eso sea un peso que equilibre la balanza es... una idea estúpida.
Juro asintió. Tal y como había imaginado. El guardar el secreto sería un arma de guerra. Pero lo que estaban buscando no era una guerra. Era evitarla.
El Morikage terminó su té. Juro dio el último sorbo, mientras veía como el hombre se levantaba.
—Está bien. Creo que va siendo hora de bajar a la calle. Además, Yubiwa-kun nos está esperando. Será mejor que hagamos esto rápidamente y con discrección. Estoy seguro que, como yo, estás deseando que todo vuelva de nuevo a la normalidad, Juro-kun.
— Si — Juro asintió, mientras terminaba de tragarse el contenido. Un hilillo de la bebida se le escapó por la boca, y el muchacho hizo lo que pudo para limpiarlo sin que el lider se diese cuenta —. Vamos, Morikage-sama.
Finalmente, después de tanta charla, Juro aceptó su destino sin darse cuenta. Se convertiría en jinchuuriki de la villa.
—Estás en lo cierto, Juro-kun. Es importante que ninguno de tus compañeros sepa que eres el jinchuuriki. Si sólo las más altas esferas, y tu familia, lo saben, estaremos más seguros de que nadie va a ir contándolo por ahí. Sería una desgracia que algún villano se enterase y tratara de raptarte para obtener el poder de la bestia. Si ya pasó una vez, ¿por qué no otra?
— Si. Seré discreto — murmuró Juro, mientras le recorría un escalofrío, pensando en las posibilidades.
De repente, se sintió muy importante. Como si fuese el hijo de un Kage o de un noble. Tenían que proteger su identidad. Iba a estar en peligro. Nadie podía saber qué era el jinchuuriki de Kusagakure — cuando lo fuese. Si llegase a pasar, tendría que hacerse más fuerte. Mucho más fuerte. Lo suficiente como para poder defenderse así mismo.
« ¿Cómo reaccionará mi hermana cuando sepa esto? No podrá soportarlo. Y mi abuela... » — pensó Juro, tristemente. No solo el peligro que tenía, ahora también iba a traer peligro a su familia. Probablemente Katsue lloraría, aunque trataría de ser fuerte por todos. Él solo imaginarlo...
»Sin embargo, es obvio que tendremos que decirles a los demás que, desgraciadamente, tuvimos, no había otro remedio, que encerrar a un bijuu en un jinchuuriki de nuestra aldea. Los Arrozales del Silencio, al fin y al cabo, están mas cerca de nuestra villa que de ninguna otra. Lo cual, si me permites, es cierto y además entra dentro de los términos del antiguo pacto de no agresión...Crear un jinchuuriki sin avisar de que lo tienes y pretender que eso sea un peso que equilibre la balanza es... una idea estúpida.
Juro asintió. Tal y como había imaginado. El guardar el secreto sería un arma de guerra. Pero lo que estaban buscando no era una guerra. Era evitarla.
El Morikage terminó su té. Juro dio el último sorbo, mientras veía como el hombre se levantaba.
—Está bien. Creo que va siendo hora de bajar a la calle. Además, Yubiwa-kun nos está esperando. Será mejor que hagamos esto rápidamente y con discrección. Estoy seguro que, como yo, estás deseando que todo vuelva de nuevo a la normalidad, Juro-kun.
— Si — Juro asintió, mientras terminaba de tragarse el contenido. Un hilillo de la bebida se le escapó por la boca, y el muchacho hizo lo que pudo para limpiarlo sin que el lider se diese cuenta —. Vamos, Morikage-sama.
Finalmente, después de tanta charla, Juro aceptó su destino sin darse cuenta. Se convertiría en jinchuuriki de la villa.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60