25/04/2018, 16:46
—Guau.
Eri no pudo evitar sonreír mientras jadeaba, tomando una posición mucho más erguida dando a entender que claramente se encontraba orgullosa ante tal demostración. Se le hinchó el pecho cual pavo y amplió su sonrisa, imaginando que pronto se vería alcanzando a su mismísimo hermano.
—Admítelo, ¡ha molado! —exclamó ella, acercándose a él dando pequeños saltos —. Bien, ahora te toca a ti, ¿qué harás? ¿Necesitas que me aparte mucho? —preguntó, curiosa, mientras revoloteaba frente a él claramente emocionada por descubrir algo nuevo.
Eri no pudo evitar sonreír mientras jadeaba, tomando una posición mucho más erguida dando a entender que claramente se encontraba orgullosa ante tal demostración. Se le hinchó el pecho cual pavo y amplió su sonrisa, imaginando que pronto se vería alcanzando a su mismísimo hermano.
—Admítelo, ¡ha molado! —exclamó ella, acercándose a él dando pequeños saltos —. Bien, ahora te toca a ti, ¿qué harás? ¿Necesitas que me aparte mucho? —preguntó, curiosa, mientras revoloteaba frente a él claramente emocionada por descubrir algo nuevo.