26/08/2015, 19:24
Eri sintió como el moreno se había tensado, y un rubor extraño se apoderó de sus mejillas. Le pareció tierno y quiso por todos los medios hacerle sentir mejor. No lograba comprender el por qué, pero tampoco quería preguntar a Juro por si le molestaba, pero su curiosidad la superaba por momentos.
-Juro-chan... ¿Estás bien?- Preguntó la chica. La pregunta estaba dicha, pero antes de que él pudiese contestar, la de cabellos azules habló de nuevo. -Venga, vamos a tomar unos dangos, yo te invito, así vuelves a estar más animado.
''Los dangos alegran a cualquiera, ya verás como estos te sentarán bien''
La chica volvió a coger del brazo al moreno, esta vez invitándole a caminar con él y no tirando como si fuese un peluche, así llegaron al pequeño puesto, y la chica pidió dos palitos con tres dangos pinchados en cada uno, rosa, blanco, y verde, el cual pagó con algo de dinero que había cogido antes de salir de su casa, se despidió del hombre que llevaba el pequeño puesto y volvió a girarse hacia su compañero. Dio uno a Juro para que lo sostuviese con su mano diestra y ella misma pegó un bocado a sus dulces, primero el verde, que era el color que menos le gustaba.
''Simplemente una delicia... Algún día me haré con la receta y los haré.''
-¡Qué aproveche!-Dijo llevándose otro bocado a la boca y saboreándolo como si fuese el mayor manjar del mundo. Volvió a tomar a Juro del brazo y lo llevó a un banco cercano donde pudieran sentarse a disfrutar de la comida y descansar un poco del paseo.
Con suerte, encontraron un banco cerca, con un par de cerezos detrás de ellos y poca gente a su al rededor, así se sentirían mejor al comer sin varios ojos puestos sobre ellos.
-¿Cómo te encuentras Juro-chan?
Preguntó cuando ya se había terminado el dango verde.
-Juro-chan... ¿Estás bien?- Preguntó la chica. La pregunta estaba dicha, pero antes de que él pudiese contestar, la de cabellos azules habló de nuevo. -Venga, vamos a tomar unos dangos, yo te invito, así vuelves a estar más animado.
''Los dangos alegran a cualquiera, ya verás como estos te sentarán bien''
La chica volvió a coger del brazo al moreno, esta vez invitándole a caminar con él y no tirando como si fuese un peluche, así llegaron al pequeño puesto, y la chica pidió dos palitos con tres dangos pinchados en cada uno, rosa, blanco, y verde, el cual pagó con algo de dinero que había cogido antes de salir de su casa, se despidió del hombre que llevaba el pequeño puesto y volvió a girarse hacia su compañero. Dio uno a Juro para que lo sostuviese con su mano diestra y ella misma pegó un bocado a sus dulces, primero el verde, que era el color que menos le gustaba.
''Simplemente una delicia... Algún día me haré con la receta y los haré.''
-¡Qué aproveche!-Dijo llevándose otro bocado a la boca y saboreándolo como si fuese el mayor manjar del mundo. Volvió a tomar a Juro del brazo y lo llevó a un banco cercano donde pudieran sentarse a disfrutar de la comida y descansar un poco del paseo.
Con suerte, encontraron un banco cerca, con un par de cerezos detrás de ellos y poca gente a su al rededor, así se sentirían mejor al comer sin varios ojos puestos sobre ellos.
-¿Cómo te encuentras Juro-chan?
Preguntó cuando ya se había terminado el dango verde.