1/05/2018, 01:33
Aquel viaje Karamaru lo tenía pendiente hacía ya tiempo, de hecho, todavía tenía muchos más del mismo carácter. Los lugares protegidos por los guardianes eran muchos, y tal vez sus prioridades en sus primeros años como shinobi- y con libertad de viaje por el mundo exterior- fueron más profesionales o de turismo casual para conocer las culturas que lo rodeaban.
Pero iba siendo tiempo ya de comenzar un recorrido establecido que pasaba justamente por aquel gigantesco árbol. Un árbol custodiado por uno de los guardianes de Setchi, el Dios de la Tierra, y un árbol al cuál debía rendir un tributo al menos de presencia. Pero siempre era importante, tras un largo viaje, parar a comer. Y el grupo de tres dangos no era gran cosa pero estaban ricos, aunque tampoco le duraron demasiado. Más importante aún en aquella parada cerca del árbol inmortal era la persona con la que se había encontrado.
«Mierda, ¿En serio? Pero tiene... tiene.... si es que es...»
Tras una compra larga y una gran satisfacción del dueño de aquel local, un hombre ataviado con la vestimenta militar de Uzushiogakure se alejó del lado del amejin. Su sorpresa no quedaba ahí, el símbolo de jonin se mostraba en su brazo y su físico no lo denotaba como una persona de mayor edad. Y es que ahí recaía lo más increíble para el cenobita, que alguien con la edad que él se imaginaba tuviese semejante rango.
Dejó el palillo sin dangos sobre el mostrador junto a los ryos correspondientes y salió como escopetazo detrás del morocho.
—Disculpa— lo había seguido hasta la salida dominado por su curiosidad, tocándole el hombro sin ningún tipo de vergüenza.
—¿E-eres shinobi de Uzu? D-digo, jonin, d-digo, con tu edad.... Pareces muy joven para tener tal rango.— Akame podría ver claramente la bandana en la cintura del calvo.
«¿Tan atrás me estoy quedando?»
Pero iba siendo tiempo ya de comenzar un recorrido establecido que pasaba justamente por aquel gigantesco árbol. Un árbol custodiado por uno de los guardianes de Setchi, el Dios de la Tierra, y un árbol al cuál debía rendir un tributo al menos de presencia. Pero siempre era importante, tras un largo viaje, parar a comer. Y el grupo de tres dangos no era gran cosa pero estaban ricos, aunque tampoco le duraron demasiado. Más importante aún en aquella parada cerca del árbol inmortal era la persona con la que se había encontrado.
«Mierda, ¿En serio? Pero tiene... tiene.... si es que es...»
Tras una compra larga y una gran satisfacción del dueño de aquel local, un hombre ataviado con la vestimenta militar de Uzushiogakure se alejó del lado del amejin. Su sorpresa no quedaba ahí, el símbolo de jonin se mostraba en su brazo y su físico no lo denotaba como una persona de mayor edad. Y es que ahí recaía lo más increíble para el cenobita, que alguien con la edad que él se imaginaba tuviese semejante rango.
Dejó el palillo sin dangos sobre el mostrador junto a los ryos correspondientes y salió como escopetazo detrás del morocho.
—Disculpa— lo había seguido hasta la salida dominado por su curiosidad, tocándole el hombro sin ningún tipo de vergüenza.
—¿E-eres shinobi de Uzu? D-digo, jonin, d-digo, con tu edad.... Pareces muy joven para tener tal rango.— Akame podría ver claramente la bandana en la cintura del calvo.
«¿Tan atrás me estoy quedando?»
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘