4/05/2018, 14:02
La mujer que le recibió tras el mostrador derrochaba alegría, una alegría que quizás la gente no entendiera teniendo en cuenta que estaba rodeada de un montón de trabajo y que posiblemente éste fuera aumentando a lo largo del día.
—Bienvenido, joven Senju. ¡¿Con que buscas una misión, eh?! Ésta te vendrá bien. Toma, y mucha suerte.
El peliblanco sonrió ante las cálidas palabras de la recepcionista y estiró el brazo para tomar el pergamino que la mujer le ofrecía, con una D visible y una vez lo tuvo en su poder realizó una ligera reverencia.
— Muchas gracias, vendré en cuanto esté completada.
Y tras estas palabras dio media vuelta y se dispuso a salir del edificio mientras abría el pergamino y leía lo que había en su interior esperando que no fuera algo demasiado complicado.
— ... el Kazeyōbi al mediodía. ¿Niñero? Joder...
Volvió a cerrar el pergamino y lo guardó solo tenía que reunirse en el puerto a la hora acordada, por lo que se dirigió allí tratando de llegar un rato antes, ya que ésto siempre quedaba bien.
«Espero que no me den mucha guerra las gemelas...»
—Bienvenido, joven Senju. ¡¿Con que buscas una misión, eh?! Ésta te vendrá bien. Toma, y mucha suerte.
El peliblanco sonrió ante las cálidas palabras de la recepcionista y estiró el brazo para tomar el pergamino que la mujer le ofrecía, con una D visible y una vez lo tuvo en su poder realizó una ligera reverencia.
— Muchas gracias, vendré en cuanto esté completada.
Y tras estas palabras dio media vuelta y se dispuso a salir del edificio mientras abría el pergamino y leía lo que había en su interior esperando que no fuera algo demasiado complicado.
— ... el Kazeyōbi al mediodía. ¿Niñero? Joder...
Volvió a cerrar el pergamino y lo guardó solo tenía que reunirse en el puerto a la hora acordada, por lo que se dirigió allí tratando de llegar un rato antes, ya que ésto siempre quedaba bien.
«Espero que no me den mucha guerra las gemelas...»
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»