27/08/2015, 18:33
Relajó el cuerpo un poco cuando el Uchiha le devolvió el saludo y decidió enseñarle su nombre. No todo el mundo enseñaba su nombre a otros, y de por sí eso ya indicaba una señal de cordialidad. Si el extraño se hubiese visto amenazado o hubiese tenido mala intención, no se habría presentado. ¿Para qué, para que Daruu pudiera seguirle el rastro por medio Continente?
Daruu se acercó y le estrechó la mano. Detectó un artilugio que había visto en la tienda de armas en multitud de ocasiones, pero no hizo ningún ademán que pudiera malinterpretarse como una sorpresa desagradable. Al fin y al cabo, Uchiha Nabi era ninja, igual que él. Todos tienen cosas bajo la manga. Algunos en sentido literal. Él no, pero sí, en sentido figurado, claro.
—Hanaiko Daruu —Le devolvió la presentación, y finalizado el apretón de mano se separó dos pasos. No lo suficiente para mostrar desconfianza, no tan poco que pareciese que buscaba pelea—. Me parece bien... Aunque no soy muy hablador. No suelo serlo. Creo.
Levantó la ceja y miró hacia un lado, recordando la conversación que había tenido con Ayame en la terraza del Torreón de la Academia de Amegakure. Antes de aquél encuentro, siempre le había costado socializar. Bueno, no había querido hacerlo, sí, era más bien eso, porque sabía que debía concentrarse en aprobar. Y ahora no estaba seguro de si se le daba bien hablar o no, dado que las pocas oportunidades que había tenido las había aprovechado de buena gana para darle a la sin hueso.
Nabi le sacó del ensimismamiento sugiriéndole un coloquio sobre historia. Daruu arqueó una ceja y le echó un vistazo al Valle.
—Me vale, pero demos una vuelta por aquí. Esto no se ve todos los días.
Sin esperar una negación que probablemente no llegase, Daruu echó a andar por el borde del precipicio como si no le preocupase caer. Como si no le preocupase que alguien pudiera empujarle. La verdad es que le preocupaba más bien poco.
Daruu se acercó y le estrechó la mano. Detectó un artilugio que había visto en la tienda de armas en multitud de ocasiones, pero no hizo ningún ademán que pudiera malinterpretarse como una sorpresa desagradable. Al fin y al cabo, Uchiha Nabi era ninja, igual que él. Todos tienen cosas bajo la manga. Algunos en sentido literal. Él no, pero sí, en sentido figurado, claro.
—Hanaiko Daruu —Le devolvió la presentación, y finalizado el apretón de mano se separó dos pasos. No lo suficiente para mostrar desconfianza, no tan poco que pareciese que buscaba pelea—. Me parece bien... Aunque no soy muy hablador. No suelo serlo. Creo.
Levantó la ceja y miró hacia un lado, recordando la conversación que había tenido con Ayame en la terraza del Torreón de la Academia de Amegakure. Antes de aquél encuentro, siempre le había costado socializar. Bueno, no había querido hacerlo, sí, era más bien eso, porque sabía que debía concentrarse en aprobar. Y ahora no estaba seguro de si se le daba bien hablar o no, dado que las pocas oportunidades que había tenido las había aprovechado de buena gana para darle a la sin hueso.
Nabi le sacó del ensimismamiento sugiriéndole un coloquio sobre historia. Daruu arqueó una ceja y le echó un vistazo al Valle.
—Me vale, pero demos una vuelta por aquí. Esto no se ve todos los días.
Sin esperar una negación que probablemente no llegase, Daruu echó a andar por el borde del precipicio como si no le preocupase caer. Como si no le preocupase que alguien pudiera empujarle. La verdad es que le preocupaba más bien poco.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)