8/05/2018, 01:52
Pronto Kaido cayó en cuenta que quizás, aquella bromilla no había sido buena idea. Y no porque fuera a ser apaleado por el testarudo de Hibagon, sino por el hecho de que aquella bestia también solía tomarse todo a literal. Y es que de pronto, cuando el Yeti admitió que era una idea buena, el escualo tuvo que imaginarse a sí mismo y Daruu con un delantal de sirvienta, trabajando forzadamente como camareros de Delicias de Carámbano. Era una imagen graciosa pero agobiante al mismo tiempo.
Por suerte, el abominable no perseguiría ese sueño todavía.
—Por favor, Dios del Fuego, seas quien seas y que ojalá existas. Bendice esa carne quemando las evidentemente probables defiencias sanitarias del método de preparación de Hibagon. —Daruu rezó al cielo, y se dejó caer sobre el suelo—. ¿Dónde tendrá el horno, por cierto? ¿Y la harina? ¿En serio Hibagon se ha vuelto tan apañado? Aún recuerdo que tuviste que ir a buscar los ingredientes.
—No seas pagano, Daruu. Ese Dios déjaselo a los Uchiha —comentó, jocoso—. y ... sí, quizás se las ha apañado para consentirse con una pizza sin necesitar de señor pelolincho. ¡O! no tiene aún los ingredientes y estamos a sólo minutos de que alguno de los dos tenga que transitar un camino rápido. Y oye, ¿acaso viste tú un lago al pie de la montaña donde podamos caer sanos y salvos? porque yo no.
Rió, pero para no llorar.
—De todas formas, no me sorprende. Un ser como él no habría sobrevivido tanto tiempo si no se tratase de un tipo resolutivo. Seguramente habrá sido un muy buen samurái antes de que ese carámbano le jodiera la puta vida. ¿Recordará algo de su pasado, acaso?
Por suerte, el abominable no perseguiría ese sueño todavía.
—Por favor, Dios del Fuego, seas quien seas y que ojalá existas. Bendice esa carne quemando las evidentemente probables defiencias sanitarias del método de preparación de Hibagon. —Daruu rezó al cielo, y se dejó caer sobre el suelo—. ¿Dónde tendrá el horno, por cierto? ¿Y la harina? ¿En serio Hibagon se ha vuelto tan apañado? Aún recuerdo que tuviste que ir a buscar los ingredientes.
—No seas pagano, Daruu. Ese Dios déjaselo a los Uchiha —comentó, jocoso—. y ... sí, quizás se las ha apañado para consentirse con una pizza sin necesitar de señor pelolincho. ¡O! no tiene aún los ingredientes y estamos a sólo minutos de que alguno de los dos tenga que transitar un camino rápido. Y oye, ¿acaso viste tú un lago al pie de la montaña donde podamos caer sanos y salvos? porque yo no.
Rió, pero para no llorar.
—De todas formas, no me sorprende. Un ser como él no habría sobrevivido tanto tiempo si no se tratase de un tipo resolutivo. Seguramente habrá sido un muy buen samurái antes de que ese carámbano le jodiera la puta vida. ¿Recordará algo de su pasado, acaso?