10/05/2018, 16:52
Los labios de Datsue bailaron de arriba abajo mientras resoplaba.
—Más fuerte de lo que parece, Daruu. Más fuerte incluso de lo que parece —le respondió, mientras se restregaba los ojos para quitarse las legañas y se aupaba al pájaro.
Le dio unas palmaditas en el cuello.
—Pórtateme bien, ¿eh? —le dijo con voz dulce, como si aquel animal fuese de verdad—. Pórtateme… ¡UaaaaaAAAAUUUUUUUUUUUUU! —No había nada más estimulante tras despertarte que verte catapultado hacia el cielo. Datsue se apretó todavía más fuerte contra el animal, temeroso de caer—. ¡Shou, SHHOOOU! —chillaba, de la misma manera que haría a un caballo para que ralentizase su galope—. Eso es, ¡tranquilo, tranquilo!
Daruu debía estar partiéndose el culo de él. No fue hasta unos buenos minutos que el Uchiha se acostumbró a la sensación de estar a tantos metros del suelo. El amejin —y él también— torció el cuello para lanzar una última mirada atrás.
—Ha sido una mierda todo, ¿eh? Al fin volveremos a Oonindo.
Datsue esbozó una sonrisa lacónica.
—¿Sabes? Si esto fuese una película… —No, esta vez no pensaba decir la frase maldita. Por si acaso—. Bah, ¡a la mierda! ¡Más alto, compañero! —gritó al pájaro—. ¡Más alto, libre como el viento! —chilló, y abrió los brazos en perpendicular a su cuerpo mientras echaba la cabeza atrás. Con el paso del tiempo, Uchiha Datsue recordaría aquel momento con morriña. Aquel instante de despreocupación. De felicidad. De libertad absoluta. De…
»¡¡¡YEEEEEEEEEEEEEEEHHHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
—Más fuerte de lo que parece, Daruu. Más fuerte incluso de lo que parece —le respondió, mientras se restregaba los ojos para quitarse las legañas y se aupaba al pájaro.
Le dio unas palmaditas en el cuello.
—Pórtateme bien, ¿eh? —le dijo con voz dulce, como si aquel animal fuese de verdad—. Pórtateme… ¡UaaaaaAAAAUUUUUUUUUUUUU! —No había nada más estimulante tras despertarte que verte catapultado hacia el cielo. Datsue se apretó todavía más fuerte contra el animal, temeroso de caer—. ¡Shou, SHHOOOU! —chillaba, de la misma manera que haría a un caballo para que ralentizase su galope—. Eso es, ¡tranquilo, tranquilo!
Daruu debía estar partiéndose el culo de él. No fue hasta unos buenos minutos que el Uchiha se acostumbró a la sensación de estar a tantos metros del suelo. El amejin —y él también— torció el cuello para lanzar una última mirada atrás.
—Ha sido una mierda todo, ¿eh? Al fin volveremos a Oonindo.
Datsue esbozó una sonrisa lacónica.
—¿Sabes? Si esto fuese una película… —No, esta vez no pensaba decir la frase maldita. Por si acaso—. Bah, ¡a la mierda! ¡Más alto, compañero! —gritó al pájaro—. ¡Más alto, libre como el viento! —chilló, y abrió los brazos en perpendicular a su cuerpo mientras echaba la cabeza atrás. Con el paso del tiempo, Uchiha Datsue recordaría aquel momento con morriña. Aquel instante de despreocupación. De felicidad. De libertad absoluta. De…
»¡¡¡YEEEEEEEEEEEEEEEHHHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado