11/05/2018, 20:17
—¡NO! Es decir, sí, sí estoy bien, no quiero ir al médico, o entrar a casa...
Del susto, quité la mano de su frente de golpe, igual la había violentado con mi contacto. No era raro que la gente me rehuyera en todos los sentidos habidos y por haber. Sin embargo, no podía dejar de preocuparme por ella, estaba claro que algo le pasaba. Igual solo era que no le había sentado bien ver a mis padres y las violentas situaciones que ocurren diariamente en mi hogar. Normal.
— Bueno, vale. Pero si te mareas o algo avísame y nos vamos de cabeza al hospital.
Convencido del todo no estaba, ni del todo ni de nada, Eri no estaba normal.
—Solo quiero ir al festival un poco... ¿No quieres ir conmigo?
— A ver, Eri-chan, Eri-hime, Eri-sama, ¿crees que iría así vestido con cualquier otra persona que no fueses tú? Pues claro que no. En parte es porque estás tan deslumbrante que nadie se fijara en mi, pero, también es porque contigo iría al fin del mundo incluso con esta ropa. Así que vamos va, a la fiesta.
La agarré de la mano y tiré de ella en dirección al festival, es decir, donde hubiese mucha gente y mucha comida. Mis instintos no podían fallar.
Del susto, quité la mano de su frente de golpe, igual la había violentado con mi contacto. No era raro que la gente me rehuyera en todos los sentidos habidos y por haber. Sin embargo, no podía dejar de preocuparme por ella, estaba claro que algo le pasaba. Igual solo era que no le había sentado bien ver a mis padres y las violentas situaciones que ocurren diariamente en mi hogar. Normal.
— Bueno, vale. Pero si te mareas o algo avísame y nos vamos de cabeza al hospital.
Convencido del todo no estaba, ni del todo ni de nada, Eri no estaba normal.
—Solo quiero ir al festival un poco... ¿No quieres ir conmigo?
— A ver, Eri-chan, Eri-hime, Eri-sama, ¿crees que iría así vestido con cualquier otra persona que no fueses tú? Pues claro que no. En parte es porque estás tan deslumbrante que nadie se fijara en mi, pero, también es porque contigo iría al fin del mundo incluso con esta ropa. Así que vamos va, a la fiesta.
La agarré de la mano y tiré de ella en dirección al festival, es decir, donde hubiese mucha gente y mucha comida. Mis instintos no podían fallar.
—Nabi—