29/08/2015, 20:14
Eri se quedó muy quieta, escuchando atentamente el relato que Juro estaba contando a la de cabellos azules. La chica con su historia quería hacer ver a Juro que para ella él era muy importante, aún sin conocerse mucho, para Eri, el moreno era uno de sus más preciados amigos y no quería que estuviera triste, sin embargo el joven shinobi del remolino comenzó a relatar su historia, su pasado, y eso dejó a Eri en un silencio contemplativo.
Escuchó como Juro relataba su corta vida, como fue criado sin una madre, que por imprevistos de la vida murió tras el nacimiento del moreno, cosa que su padre tomó porque la culpa era única y exclusivamente del joven, el hombre debió estar muy cegado para hacer algo así, no es nada justo lo que le hizo a Juro-chan... Por ello, el precio que supuso el hombre por la vida de su mujer, era intentar acabar con la vida del fruto que ambos obtuvieron, y por lo que se podía observar en el cuello del joven, de una forma lenta y tortuosa.
Eri se llevó la mano izquierda a la boca, al ver cicatrices a lo largo del cuello del moreno, era un acto muy cruel e injusto para un niño, y más viniendo de su padre, así que antes de que pudiese continuar, o quisiese hacerlo, antes de que su curiosidad volviese a hacer acto de presencia, la kunoichi del remolino tomó delicadamente ambos brazos del moreno y lo pegó a ella, en un intento de abrazo. Sabía que Juro había parado porque no quería montar un espectáculo delante de toda la gente, ella tampoco quería que las miradas se posasen en ambos, así que decidió ocultar al joven en su pecho, intentando que éste quedase lo más cómodo posible y pudiese transmitir lo que quería:
-Está bien Juro, eso ya pasó, todo está bien ahora...- Buscó las palabras exactas, pero no las encontró, y optó por algo que solía decirle su abuelo cuando ella lloraba en su cuarto, cuando se sentía sola y echaba de menos la compañía de su mejor amigo. -Tu hermana te cuida bien, y sé que allá donde esté tu madre, estará orgullosa del ninja en el que te has convertido.- Se atrevió a añadir, ahora acariciándole el cabello de manera pausada.-Pocos han soportado el dolor como tu, Juro-chan, y por ello ahora eres uno de los mejores shinobi de la villa.- Dijo, mostrando una pequeña sonrisa.-Aún solo siendo un gennin...- Esto último intentó susurrárselo al oído.
''Tengo suerte, y sé que aunque no sea una buena ninja, haré lo posible por cuidar a Juro, como a todos los demás, pero antes de eso, ¡tienen que ser felices!''
Dio gracias a que poca gente se paraba en ese lugar en el que únicamente estaba un banco y un par de cerezos por detrás, ya que estaban en la zona situada entre los templos, por lo que la gente no se paraba a ver la escena, y algunos lo tomaban como que eran una pareja un tanto peculiar.
Escuchó como Juro relataba su corta vida, como fue criado sin una madre, que por imprevistos de la vida murió tras el nacimiento del moreno, cosa que su padre tomó porque la culpa era única y exclusivamente del joven, el hombre debió estar muy cegado para hacer algo así, no es nada justo lo que le hizo a Juro-chan... Por ello, el precio que supuso el hombre por la vida de su mujer, era intentar acabar con la vida del fruto que ambos obtuvieron, y por lo que se podía observar en el cuello del joven, de una forma lenta y tortuosa.
Eri se llevó la mano izquierda a la boca, al ver cicatrices a lo largo del cuello del moreno, era un acto muy cruel e injusto para un niño, y más viniendo de su padre, así que antes de que pudiese continuar, o quisiese hacerlo, antes de que su curiosidad volviese a hacer acto de presencia, la kunoichi del remolino tomó delicadamente ambos brazos del moreno y lo pegó a ella, en un intento de abrazo. Sabía que Juro había parado porque no quería montar un espectáculo delante de toda la gente, ella tampoco quería que las miradas se posasen en ambos, así que decidió ocultar al joven en su pecho, intentando que éste quedase lo más cómodo posible y pudiese transmitir lo que quería:
-Está bien Juro, eso ya pasó, todo está bien ahora...- Buscó las palabras exactas, pero no las encontró, y optó por algo que solía decirle su abuelo cuando ella lloraba en su cuarto, cuando se sentía sola y echaba de menos la compañía de su mejor amigo. -Tu hermana te cuida bien, y sé que allá donde esté tu madre, estará orgullosa del ninja en el que te has convertido.- Se atrevió a añadir, ahora acariciándole el cabello de manera pausada.-Pocos han soportado el dolor como tu, Juro-chan, y por ello ahora eres uno de los mejores shinobi de la villa.- Dijo, mostrando una pequeña sonrisa.-Aún solo siendo un gennin...- Esto último intentó susurrárselo al oído.
''Tengo suerte, y sé que aunque no sea una buena ninja, haré lo posible por cuidar a Juro, como a todos los demás, pero antes de eso, ¡tienen que ser felices!''
Dio gracias a que poca gente se paraba en ese lugar en el que únicamente estaba un banco y un par de cerezos por detrás, ya que estaban en la zona situada entre los templos, por lo que la gente no se paraba a ver la escena, y algunos lo tomaban como que eran una pareja un tanto peculiar.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)