30/08/2015, 03:45
A pesar de todo, Karamaru quería ofrecerme algo, porque sin ello, no sería capaz de apaciguar su espíritu. El hecho era que no era consciente de que ya me había obsequiado con algo. Volví a sonreír ruborizado por su insistencia, no estaba acostumbrado a tantos halagos, y menos todavía de un extranjero. -Ja ja ja Karamaru-san, con tu compañía es estoy más que pagado. Debes reconocer que nuestra pequeña charla está siendo muy reveladora, a la par de reconfortante.
Pero al final, encontramos algo en lo que estábamos en desacuerdo. Yo estaba dispuesto a descansar, ya que para mí, no suponía un reto la subida de aquellas escaleras, sino más bien quería descubrir que quedaba a día de hoy de místico y sobrenatural en el mundo. Pero por otro lado, Karamaru debía subir hasta el final sin descansar lo más mínimo. No dudaba de su resistencia y voluntad, pero de verdad se me hacía difícil imaginar que pudiera ser capaz de realizar dicha proeza. Llevábamos unas cuantas horas subiendo aquellas escaleras, y no se vislumbraba ningún atisbo de que fuera a acabar, aún seguían perdiéndose aquellos escalones en el horizonte.
-Queda demostrado que posees más voluntad que yo Karamaru-san, pero tu tesón me ha dado ánimos para seguir un poco más, así podré disfrutar de tu compañía de momento... Contesté a mi compañero de ascenso, recobrando un poco el aliento. -Sin embargo, no te prometo nada, no se cuánto más podré seguir...
"Debería haber venido más preparado...no me imaginaba algo así"
La ascensión continuaba y el cansancio era más que notable, pero como era de esperar, algo se sumó al cansancio, la falta de oxigeno. Cuanto más subíamos por aquellas escaleras más bocanadas de aire debíamos dar para satisfacer la demanda de oxígeno de nuestro cuerpo. Aún era soportable pero... ¿Hasta cuando?
Pero al final, encontramos algo en lo que estábamos en desacuerdo. Yo estaba dispuesto a descansar, ya que para mí, no suponía un reto la subida de aquellas escaleras, sino más bien quería descubrir que quedaba a día de hoy de místico y sobrenatural en el mundo. Pero por otro lado, Karamaru debía subir hasta el final sin descansar lo más mínimo. No dudaba de su resistencia y voluntad, pero de verdad se me hacía difícil imaginar que pudiera ser capaz de realizar dicha proeza. Llevábamos unas cuantas horas subiendo aquellas escaleras, y no se vislumbraba ningún atisbo de que fuera a acabar, aún seguían perdiéndose aquellos escalones en el horizonte.
-Queda demostrado que posees más voluntad que yo Karamaru-san, pero tu tesón me ha dado ánimos para seguir un poco más, así podré disfrutar de tu compañía de momento... Contesté a mi compañero de ascenso, recobrando un poco el aliento. -Sin embargo, no te prometo nada, no se cuánto más podré seguir...
"Debería haber venido más preparado...no me imaginaba algo así"
La ascensión continuaba y el cansancio era más que notable, pero como era de esperar, algo se sumó al cansancio, la falta de oxigeno. Cuanto más subíamos por aquellas escaleras más bocanadas de aire debíamos dar para satisfacer la demanda de oxígeno de nuestro cuerpo. Aún era soportable pero... ¿Hasta cuando?