13/05/2018, 18:59
Y así, entre conversación y conversación, les cogió la noche.
Kaido sintió escalofríos, y los vellos de los brazos a descubierto se alzaron friolentos. Arrugaba los ojos de cuándo en cuándo, buscando mejorar su rango de visión, pero lo cierto es que sólo la luz de la luna no era suficiente por sí sola. Necesitaban una antorcha, y fuego. Aunque ninguno manejaba el katon, e iba a estar difícil conseguir una cerilla para encender nada con semejante oscuridad.
—Mierda tío, no veo una mierda —atizó, con la voz baja—. tenemos que encontrar un refugio, o nos van a pillar desprevenidos en cualquier momento. ¿Qué hacemos?
Kaido sintió escalofríos, y los vellos de los brazos a descubierto se alzaron friolentos. Arrugaba los ojos de cuándo en cuándo, buscando mejorar su rango de visión, pero lo cierto es que sólo la luz de la luna no era suficiente por sí sola. Necesitaban una antorcha, y fuego. Aunque ninguno manejaba el katon, e iba a estar difícil conseguir una cerilla para encender nada con semejante oscuridad.
—Mierda tío, no veo una mierda —atizó, con la voz baja—. tenemos que encontrar un refugio, o nos van a pillar desprevenidos en cualquier momento. ¿Qué hacemos?