30/08/2015, 14:30
Después de contar su historia, Eri decidió abrazarle. Un abrazo mucho más sincero que los anteriores. Había compasión en su rostro, pero el joven ya se había imaginado algo así. Con su historia lo único que hacía era dar pena.
Sintió impulsos de despegarse de la chica para poder ponerse su bufanda, no le gustaba tener el cuello al aire, era incluso extraño. Pero se contuvo, no quería parecer maleducado. Escuchó las palabras de Eri, que parecían tratar de animarle. Sonrió un poco, aunque ese discurso ya se lo sabía. Al menos trataba de ayudarle...
Hasta le susurró palabras animadas. Si no hubiera estado tan mal, hasta se habría ruborizado. Juro miró a Eri y asintió, tratando de hacerle ver que estaba mejor.
Cuando esta dejase de abrazarle, se pondría pausadamente la bufanda, tapando lo primero las cicatrices. Eran demasiado horribles para que la gente las viese.
— Eri, gracias — le miró directamente a los ojos, con sinceridad — te agradezco tu empeño en ayudarme. Estoy seguro de que con gente como tu podré superarlo.
Si, por desgracia, un par de palabras bonitas no iban a hacerle superar un trauma instantáneamente, pero algo era algo. Se quedó unos segundos en silencios, mirando el puesto con otros ojos. Repentinamente, había olvidado que aun tenía la comida en la mano. Comió un poco, esperando que así se sintiese mejor.
— No hace falta que nos quedemos así, aun podemos ver más — dijo entonces, viendo su situación.
Después del templo, aún había algo de paseo. Más cerezos, y quizá, incluso más templos. Más o menos se habrían parado a mitad del recorrido.
Sintió impulsos de despegarse de la chica para poder ponerse su bufanda, no le gustaba tener el cuello al aire, era incluso extraño. Pero se contuvo, no quería parecer maleducado. Escuchó las palabras de Eri, que parecían tratar de animarle. Sonrió un poco, aunque ese discurso ya se lo sabía. Al menos trataba de ayudarle...
Hasta le susurró palabras animadas. Si no hubiera estado tan mal, hasta se habría ruborizado. Juro miró a Eri y asintió, tratando de hacerle ver que estaba mejor.
Cuando esta dejase de abrazarle, se pondría pausadamente la bufanda, tapando lo primero las cicatrices. Eran demasiado horribles para que la gente las viese.
— Eri, gracias — le miró directamente a los ojos, con sinceridad — te agradezco tu empeño en ayudarme. Estoy seguro de que con gente como tu podré superarlo.
Si, por desgracia, un par de palabras bonitas no iban a hacerle superar un trauma instantáneamente, pero algo era algo. Se quedó unos segundos en silencios, mirando el puesto con otros ojos. Repentinamente, había olvidado que aun tenía la comida en la mano. Comió un poco, esperando que así se sintiese mejor.
— No hace falta que nos quedemos así, aun podemos ver más — dijo entonces, viendo su situación.
Después del templo, aún había algo de paseo. Más cerezos, y quizá, incluso más templos. Más o menos se habrían parado a mitad del recorrido.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60