14/05/2018, 22:41
Juro se dispuso a marcharse. Sin embargo, las palabras de su Kage le recordaron algo antes de hacerlo.
—Bien, Juro-kun. Y no te preocupes. Soy consciente del peso que acabo de plantarte encima de los hombros.La aldea siempre estará contigo para apoyarte. En todo. Y yo seré el primero que daré mi vida por ti.
« Dar su vida por mí... » — Esas palabras resonaron en su cabeza. Por alguna razón, él solo imaginarlo le impresionó. Quizá nunca hubiese imaginado que alguien tan importante le diría algo así.
Desde luego, Juro no estaba preparado para responder ante aquello, al igual que no estaba preparado para responder ante todo lo que le había pasado a lo largo de aquella noche que continuaba en el día. Por eso, hizo lo que mejor sabía hacer: una reverencia y una sonrisa.
— Lo sé. Gracias, Morikage-sama — Al menos, en ese momento, creía saberlo —. Si hay algún problema no dudaré en venir, aunque espero que no. ¡Me marcho!
Con una despedida formal o no — ya no le quedaban formalidades nuevas — Juro se marchó por la puerta del despacho.
¿Qué sería de él a partir de ahora? Desde luego, en ese momento, prefirió no pensar en ello. Prefirió no pensar en la carga que tenía, y en lo que tenía dentro. Prefirió no pensar en aquella criatura — aún borrosa, pero igualmente monstruosa — que se había alzado, en aquella noche de luna llena, y que había sido subyugada. También prefirió creer que aquella voz solo había sido su imaginación.
No podía saber que le depararía el futuro. Y no quería pensarlo. Solo quería llegar a su casa y tratar de dar una explicación coherente. Y rezó, con todas sus fuerzas, para que nada más pasase dentro de su estómago. Pensó en las palabras del Morikage, que le advirtieron de que todo estaría seguro.
Y se lo creyó.
Después de todo, las mentiras suenan mejor a la luz del día.
—Bien, Juro-kun. Y no te preocupes. Soy consciente del peso que acabo de plantarte encima de los hombros.La aldea siempre estará contigo para apoyarte. En todo. Y yo seré el primero que daré mi vida por ti.
« Dar su vida por mí... » — Esas palabras resonaron en su cabeza. Por alguna razón, él solo imaginarlo le impresionó. Quizá nunca hubiese imaginado que alguien tan importante le diría algo así.
Desde luego, Juro no estaba preparado para responder ante aquello, al igual que no estaba preparado para responder ante todo lo que le había pasado a lo largo de aquella noche que continuaba en el día. Por eso, hizo lo que mejor sabía hacer: una reverencia y una sonrisa.
— Lo sé. Gracias, Morikage-sama — Al menos, en ese momento, creía saberlo —. Si hay algún problema no dudaré en venir, aunque espero que no. ¡Me marcho!
Con una despedida formal o no — ya no le quedaban formalidades nuevas — Juro se marchó por la puerta del despacho.
¿Qué sería de él a partir de ahora? Desde luego, en ese momento, prefirió no pensar en ello. Prefirió no pensar en la carga que tenía, y en lo que tenía dentro. Prefirió no pensar en aquella criatura — aún borrosa, pero igualmente monstruosa — que se había alzado, en aquella noche de luna llena, y que había sido subyugada. También prefirió creer que aquella voz solo había sido su imaginación.
No podía saber que le depararía el futuro. Y no quería pensarlo. Solo quería llegar a su casa y tratar de dar una explicación coherente. Y rezó, con todas sus fuerzas, para que nada más pasase dentro de su estómago. Pensó en las palabras del Morikage, que le advirtieron de que todo estaría seguro.
Y se lo creyó.
Después de todo, las mentiras suenan mejor a la luz del día.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60