15/05/2018, 10:22
Los hermanos se burlaron de Daruu, quien molesto chasqueó la lengua y pensó seriamente en largarse del lugar. Pretendía haberse mostrado respetuoso, pero aquellos dos idiotas se lo habían tomado a broma. ¿Pero quién coño se creían?
—Ven, siéntate, esperábamos a más de ustedes antes de comentarles la situación y comenzar.
Sin embargo, sentía una increíble curiosidad, y además la joven que le había reclutado parecía necesitar ayuda urgente. Por el momento, ignoraría a los hermanos circenses y tomaría asiento. Se acercó al calor de la hoguera y se sentó en un tocón cercano.
Desde allí, pudo distinguir que el hombre pelirrojo también era un shinobi, como los dos hermanos, pero al contrario de estos parecía ser un simple genin. Masticaba un chicle de forma ruidosa; le daba un poco de grima. No era bajito por ser un crío, sino que simplemente era... un adulto muy bajo. De modo que Daruu descartó, de momento, la posibilidad de que fuera alumno de aquellos dos payasos.
—Buenas tardes, vine por el pedido de ayuda. —Una nueva voz sorprendió a Daruu, que se dio la vuelta para mirar. «¡Habaki-san!» Aunque Daruu no tenía relación con él, recordaba haberlo visto en la Torre de la Academia. Y claro, es que aquél chaval llamaba la atención, ni que fuera sólo por la brillante calva que adornaba su cabeza. Decían que venía de una especie de templo de monjes.
—Buenas tardes, Habaki-san —dijo—. Soy Amedama Daruu. Creo que nos hemos visto alguna vez por Amegakure, en la academia. —Sonrió.
—Creo que estamos bien. La idea era esperar hasta el anochecer y eso he hecho, y creo que somos suficientes para comenzar con esto de una vez por todas. —El hombre corpulento llamó de nuevo su atención. Daruu entrecerró los ojos y lo miró de arriba a abajo, desconfiado—. ¿Les parece bien?
Daruu se levantó del tocón y se cruzó de brazos, ladeando ligeramente la cabeza.
—Pues no —cortó, tajante—. No al menos hasta que te expliques. ¿Qué está pasando aquí?
—Ven, siéntate, esperábamos a más de ustedes antes de comentarles la situación y comenzar.
Sin embargo, sentía una increíble curiosidad, y además la joven que le había reclutado parecía necesitar ayuda urgente. Por el momento, ignoraría a los hermanos circenses y tomaría asiento. Se acercó al calor de la hoguera y se sentó en un tocón cercano.
Desde allí, pudo distinguir que el hombre pelirrojo también era un shinobi, como los dos hermanos, pero al contrario de estos parecía ser un simple genin. Masticaba un chicle de forma ruidosa; le daba un poco de grima. No era bajito por ser un crío, sino que simplemente era... un adulto muy bajo. De modo que Daruu descartó, de momento, la posibilidad de que fuera alumno de aquellos dos payasos.
—Buenas tardes, vine por el pedido de ayuda. —Una nueva voz sorprendió a Daruu, que se dio la vuelta para mirar. «¡Habaki-san!» Aunque Daruu no tenía relación con él, recordaba haberlo visto en la Torre de la Academia. Y claro, es que aquél chaval llamaba la atención, ni que fuera sólo por la brillante calva que adornaba su cabeza. Decían que venía de una especie de templo de monjes.
—Buenas tardes, Habaki-san —dijo—. Soy Amedama Daruu. Creo que nos hemos visto alguna vez por Amegakure, en la academia. —Sonrió.
—Creo que estamos bien. La idea era esperar hasta el anochecer y eso he hecho, y creo que somos suficientes para comenzar con esto de una vez por todas. —El hombre corpulento llamó de nuevo su atención. Daruu entrecerró los ojos y lo miró de arriba a abajo, desconfiado—. ¿Les parece bien?
Daruu se levantó del tocón y se cruzó de brazos, ladeando ligeramente la cabeza.
—Pues no —cortó, tajante—. No al menos hasta que te expliques. ¿Qué está pasando aquí?
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)