15/05/2018, 17:31
Dos días después de su degradación como Jōnin…
Uchiha Datsue caminaba por el Bosque de la Hoja con las manos en los bolsillos y los hombros caídos, cabizbajo. No habían pasado ni dos días completos desde que Hanabi le hubiese quitado su placa dorada, y ya sentía como el mundo se desmoronaba a su alrededor. Había perdido la confianza de su Kage; había perdido su placa y lo que ello representaba; había perdido dos amigos; y, por encima de todo ello, estaba perdiendo a Aiko.
Se quitó el pitillo de la boca y exhaló una gran bocanada de humo. Su Hermano le había pegado aquella mala costumbre de fumar, aunque él, al contrario que Akame, solo fumaba excepcionalmente y no de manera habitual. «Akame…»
Antes de salir de la Villa, le había dejado una nota bajo la puerta. Una simple frase: Valle del Fin. Sabía que reconocería su letra, y que no hacían falta más palabras. Acudiría al encuentro.
Por suerte, Datsue le llevaba, por lo menos, medio día de ventaja. No había modo alguno en que le alcanzase antes de llegar hasta allí. Por eso, cuando sus pasos le llevaron inconscientemente hasta un lugar que conocía muy bien, supo que debía hacer un alto.
Miró al cielo, y una suave brisa azotó sus cabellos. ¿Le estaría contemplando desde lo alto Shiona?
Dio una última calada al cigarrillo y lo pisoteó en el suelo. Luego, saltó por las pequeñas plataformas que sobresalían de la superficie del lago. Pequeñas, circulares y carmesíes. Nunca se había fijado, ni pensado en ello, pero aquellas plataformas no formaban una línea recta que te conducía a la isla artificial del centro, sino que iban en espiral. De hecho, ahora que lo pensaba…
Sonrió. Si ahora mismo compartiese la vista de Shiona, allá en el cielo, se daría cuenta que las plataformas formaban el símbolo de Uzushiogakure no Sato. En el centro de la espiral, en su corazón, no estaba otra que la estatua de la antigua Uzukage. Un escalofrío recorrió la espina dorsal del Uchiha cuando sintió su mirada clavada en la de él.
Había pasado tanto tiempo, y aún así…
—No me mires así, Shiona-sama —murmuró, esbozando una sonrisa triste—. Tú sabías cómo era. Me atravesaste el alma con esos ojos tuyos desde el primer día. —Sintió que se le quebraba la voz—. Y aun así me acogiste entre tus brazos… ¿Por qué?
Silencio. El sonido de una lágrima al desplomarse en el suelo.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado