15/05/2018, 20:05
Al ver a Datsue internarse en la sala, Akame dudó por un momento. Los tres personajes que tomaban té no parecieron advertir su presencia, pero Makoto Masaru sí que le vió... Y en su rostro se dibujó la ira más primitiva. «Intuye que hemos venido aquí a por él», supo el Uchiha. Aun así, se esforzó por disimular cualquier emoción relacionada con su verdadero cometido y simplemente caminó con calma hasta colocarse al lado de su compadre. Se arrodilló y realizó una profunda reverencia.
—¿Has visto su cara? El muy hideputa seguro que se lo espera... Vamos a tener que ser extra cuidadosos, no podemos fallar ni delatarnos —susurró el jōnin, aprovechando su postura de rezo para que nadie excepto Datsue pudiera escucharle.
Mientras, el sonido de los pasos del antiguo noble se perdió por el pasillo del lado derecho; Akame dedujo que, probablemente, su habitación se encontraría en ese lado del templo.
—¿Te vas a hengear en el viejo?
Pasada la tensa situación, el señor Iekatsu, la dama Tome y el maestro del santuario reanudaron su queda conversación. Por lo que los muchachos pudieron escuchar desde su posición, sólo hablaban de la historia de Amaterasu y Tsukiyomi, en la que el regente de Rōkoku parecía especialmente interesado.
—¿Has visto su cara? El muy hideputa seguro que se lo espera... Vamos a tener que ser extra cuidadosos, no podemos fallar ni delatarnos —susurró el jōnin, aprovechando su postura de rezo para que nadie excepto Datsue pudiera escucharle.
Mientras, el sonido de los pasos del antiguo noble se perdió por el pasillo del lado derecho; Akame dedujo que, probablemente, su habitación se encontraría en ese lado del templo.
—¿Te vas a hengear en el viejo?
Pasada la tensa situación, el señor Iekatsu, la dama Tome y el maestro del santuario reanudaron su queda conversación. Por lo que los muchachos pudieron escuchar desde su posición, sólo hablaban de la historia de Amaterasu y Tsukiyomi, en la que el regente de Rōkoku parecía especialmente interesado.