15/05/2018, 21:06
Joder, era verdad. No sabía cómo lo hacía, pero siempre se olvidaba de poner el maldito comunicador. Pese a que en semanas posteriores el Uchiha cambiaría la ubicación de aquel objeto tan vital —pasándolo a un pergamino guardado en el portaobjetos—, en aquel momento lo llevaba sellado en la oreja derecha.
No obstante, todavía no era el momento de sacarlo. No allí, al menos, en medio del templo. Se levantó junto a su Hermano y caminó con calma, tratando de no hacer ruido, hasta la entrada. Una vez allí, volteó la cabeza como si tan solo quisiese curiosear la arquitectura del interior del templo —y no comprobar que nadie le estaba observando— y tras asegurarse se coló por el pasillo derecho.
Una vez allí, si se veía solo y resguardado de miradas indiscretas, liberaría al fin su comunicador de la oreja, colocándolo en su oído. «Canal seis… Aquí está». Acto seguido, y tras mirar nuevamente a un lado y a otro para asegurarse que nadie le sorprendía —la precaución, primero y siempre—, visualizaría la imagen del monje en su mente. Su rostro arrugado y viejo. Su kimono negro. Su cabeza rapada…
Perro, Jabalí, Carnero… ¡Pluf! Y Uchiha Datsue ya no era el Intrépido, sino al que le gustaba que le llamasen como Oonoji-sama. Tratando de imitar su paso, Datsue recorrió el pasillo con calma. «Hmm… ¿Qué puta puerta será?»
No obstante, todavía no era el momento de sacarlo. No allí, al menos, en medio del templo. Se levantó junto a su Hermano y caminó con calma, tratando de no hacer ruido, hasta la entrada. Una vez allí, volteó la cabeza como si tan solo quisiese curiosear la arquitectura del interior del templo —y no comprobar que nadie le estaba observando— y tras asegurarse se coló por el pasillo derecho.
Una vez allí, si se veía solo y resguardado de miradas indiscretas, liberaría al fin su comunicador de la oreja, colocándolo en su oído. «Canal seis… Aquí está». Acto seguido, y tras mirar nuevamente a un lado y a otro para asegurarse que nadie le sorprendía —la precaución, primero y siempre—, visualizaría la imagen del monje en su mente. Su rostro arrugado y viejo. Su kimono negro. Su cabeza rapada…
Perro, Jabalí, Carnero… ¡Pluf! Y Uchiha Datsue ya no era el Intrépido, sino al que le gustaba que le llamasen como Oonoji-sama. Tratando de imitar su paso, Datsue recorrió el pasillo con calma. «Hmm… ¿Qué puta puerta será?»
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado