17/05/2018, 11:31
A Daruu se le tensó todo el cuerpo cuando Ayame pronunció la palabra Uchiha. Más que nada por el recuerdo de Datsue. Por su cara de despreocupación. Por la falsa camadería que había mostrado en la isla, donde, juntos, tuvieron que enfrentarse al Capitán y sobrevivir. Donde, juntos, compartieron aquella botella de ron, único tesoro encontrado en su búsqueda. Donde, juntos, Daruu creyó haber encontrado un buen amigo en una aldea extraña.
«Traidor.»
—Oh, pues yo tengo bastantes ganas de ver a Datsue-kun —dijo él, con una sonrisa cargada de rabia—. Preguntarle qué tal está, rajarle las tripas... ya sabes, cosas de amigos.
Bromeaba, pero dentro de él había algo enfermizo y visceral que buscaba salir a la luz.
—Aunque sea partirle los dientes. Aunque sea sólo eso.
«Traidor.»
—Oh, pues yo tengo bastantes ganas de ver a Datsue-kun —dijo él, con una sonrisa cargada de rabia—. Preguntarle qué tal está, rajarle las tripas... ya sabes, cosas de amigos.
Bromeaba, pero dentro de él había algo enfermizo y visceral que buscaba salir a la luz.
—Aunque sea partirle los dientes. Aunque sea sólo eso.