17/05/2018, 17:46
(Última modificación: 17/05/2018, 17:46 por Aotsuki Ayame.)
Pero Daruu ya se estaba riendo a carcajada limpia.
—¡Hay una maqueta de la pastelería de mi madre! —exclamó, señalando a otro punto del escaparate. Pero Ayame había dejado de encontrarlo gracioso y ahora estaba pálida como la cera—. Ay, no puede ser... ¿tan famosas son nuestras familias? Pero ahora que lo veo, también hay muchos ninjas que no conozco.
No le faltaba razón. Aquí y allí había diferentes figuras, todas con aquel estilo caricaturesco, de diferentes personalidades (algunas que Ayame ni siquiera conocía). Entre ellas también se encontraba la mano derecha de la Arashikage: Shanise.
—Deben de ser para los fans de los ninjas, o algo. El dueño tiene que hacer un trabajo de investigación bastante grande. ¿Te imaginas que algún día nos hacen una figura a nosotros?
Ayame se estremeció ante aquella idea.
—Pues espero que no, la verdad —replicó, horrorizada—. Daruu-kun, esto... casi da miedo. Podría entender que vendieran una figurita de Arashikage-sama, es la kunoichi más fuerte de todo el País de la Tormenta y la figura más importante de la aldea, ¿pero de mi familia? ¿O la maqueta de la pastelería de Kiroe-san? No sé, es muy extraño... ¿Y si nos están espiando? —elucubró.
—¡Hay una maqueta de la pastelería de mi madre! —exclamó, señalando a otro punto del escaparate. Pero Ayame había dejado de encontrarlo gracioso y ahora estaba pálida como la cera—. Ay, no puede ser... ¿tan famosas son nuestras familias? Pero ahora que lo veo, también hay muchos ninjas que no conozco.
No le faltaba razón. Aquí y allí había diferentes figuras, todas con aquel estilo caricaturesco, de diferentes personalidades (algunas que Ayame ni siquiera conocía). Entre ellas también se encontraba la mano derecha de la Arashikage: Shanise.
—Deben de ser para los fans de los ninjas, o algo. El dueño tiene que hacer un trabajo de investigación bastante grande. ¿Te imaginas que algún día nos hacen una figura a nosotros?
Ayame se estremeció ante aquella idea.
—Pues espero que no, la verdad —replicó, horrorizada—. Daruu-kun, esto... casi da miedo. Podría entender que vendieran una figurita de Arashikage-sama, es la kunoichi más fuerte de todo el País de la Tormenta y la figura más importante de la aldea, ¿pero de mi familia? ¿O la maqueta de la pastelería de Kiroe-san? No sé, es muy extraño... ¿Y si nos están espiando? —elucubró.