18/05/2018, 11:03
(Última modificación: 18/05/2018, 11:04 por Uzumaki Eri.)
No le gustaban los días calurosos, donde se le pegaba la sudada ropa al cuerpo, tampoco le gustaba entrenar durante el día por exactamente eso mismo, así que se lo pasaba en casa, bajo los árboles del Jardín de los Cerezos tocando alguna serenata o simplemente durmiendo. Por ello, aquel día donde el sol se alzaba brillante en el azulado cielo de verano y ninguna nube amenazaba con taparlo, la joven kunoichi tocaba suavemente su flauta bajo la sombra del primer cerezo que había encontrado.
Sin embargo el calor no hacía más que darle sueño a Eri, y presa de ese cansancio se veía obligada a parar de tocar, bostezar, y volver a la carga.
—¿Y si me echo una siesta? —preguntó al aire.
La verdad es que no le gustaba dormir a la intemperie, aunque aquel día no había nadie paseando por ahí. Suspiró y volvió a la carga, tocando lo que parecía ser una canción más rápida de lo normal.
A ver si con eso se serenaba ella.
Sin embargo el calor no hacía más que darle sueño a Eri, y presa de ese cansancio se veía obligada a parar de tocar, bostezar, y volver a la carga.
—¿Y si me echo una siesta? —preguntó al aire.
La verdad es que no le gustaba dormir a la intemperie, aunque aquel día no había nadie paseando por ahí. Suspiró y volvió a la carga, tocando lo que parecía ser una canción más rápida de lo normal.
A ver si con eso se serenaba ella.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)