18/05/2018, 12:33
Parecía que su pregunta le había tomado por sorpresa, así que evitó seguir sonriendo tan ampliamente por si acaso había metido la pata. Escuchó, pues, como Riko le confesaba que no había llegado muy lejos y que sus habilidades de combate eran normales, pero ella no le creía, es imposible que alguien que participó en algo tan importante como un torneo no tuviese dotes de buen shinobi.
—Yo también te conozco, Eri. Datsue me había hablado de ti.
Eso sí que le pilló a ella por sorpresa, que levantó una ceja a modo de confusión. ¿Datsue le había hablado a Riko de ella? ¿Y qué se supone que le habría dicho? Sabiendo como es Datsue, probablemente que tenía un genio de los mil demonios o que un día intentó matarle con su flauta.
—¿Ah, sí? —preguntó, curiosa —. ¿Y qué te ha dicho de mí ese... Ese maravilloso ser de nombre Datsue?
—Yo también te conozco, Eri. Datsue me había hablado de ti.
Eso sí que le pilló a ella por sorpresa, que levantó una ceja a modo de confusión. ¿Datsue le había hablado a Riko de ella? ¿Y qué se supone que le habría dicho? Sabiendo como es Datsue, probablemente que tenía un genio de los mil demonios o que un día intentó matarle con su flauta.
—¿Ah, sí? —preguntó, curiosa —. ¿Y qué te ha dicho de mí ese... Ese maravilloso ser de nombre Datsue?