18/05/2018, 12:51
—No te preocupes, simplemente me dijo que eres bastante maja.
«¿Con que soy maja? Este chico... A todo esto, llevo sin saber de Datsue desde hace mucho tiempo, creo que debería hacerle una visita...»
Tras su aclaración mental, la chica se cruzó ligeramente de brazos y se apoyó en el gran tronco del árbol que se alzaba tras ellos y les ofrecía esa sombra tan agradecida para mitigar el calor que producía el Astro Rey.
—¿Cómo es que te has venido aquí para tocar la flauta?
—Normalmente vengo aquí a hacer tiempo —confesó la chica, de forma natural —. Por el día hace demasiado calor para entrenar, ya sabes; así que prefiero pasar aquí, oculta, la tarde, ya que en mi casa me suelen regañar por tocar la flauta, y luego cuando el sol se oculta voy a entrenar un poco —no le mintió en ningún momento, y su rostro, primeramente mirando al chico, luego cambió de rumbo hasta mirar al cielo por entre las flores de cerezo que había justo encima de ellos.
»¿Y tú, Riko-san, qué haces por aquí a estas horas?
«¿Con que soy maja? Este chico... A todo esto, llevo sin saber de Datsue desde hace mucho tiempo, creo que debería hacerle una visita...»
Tras su aclaración mental, la chica se cruzó ligeramente de brazos y se apoyó en el gran tronco del árbol que se alzaba tras ellos y les ofrecía esa sombra tan agradecida para mitigar el calor que producía el Astro Rey.
—¿Cómo es que te has venido aquí para tocar la flauta?
—Normalmente vengo aquí a hacer tiempo —confesó la chica, de forma natural —. Por el día hace demasiado calor para entrenar, ya sabes; así que prefiero pasar aquí, oculta, la tarde, ya que en mi casa me suelen regañar por tocar la flauta, y luego cuando el sol se oculta voy a entrenar un poco —no le mintió en ningún momento, y su rostro, primeramente mirando al chico, luego cambió de rumbo hasta mirar al cielo por entre las flores de cerezo que había justo encima de ellos.
»¿Y tú, Riko-san, qué haces por aquí a estas horas?