18/05/2018, 23:55
—¿Cómo va a decirle Stuffy a Datsue que le vamos a regalar una perrita? —
— ¿Te crees que los perros no hablan? Casi todos los animales que usan chakra acaban hablando, veo a Stuffy capaz de empezar a hacerlo justo para chivarse. No te fies de él, Eri, detrás de esa cara de bobalicon es todo maldad.
—El puesto está un poco más adelante, espero que no me hayan quitado el peluche.... Bueno, vamos deprisa, así llegamos antes, solo por si acaso.
Ya podía ser un peluche edición exclusiva, limita, plus ultra, porque para ponernos a correr en medio del festival justo despues de comer vestidos como si fueramos muñecos de exposición, no tendría que ser para menos. Al llegar, vi que era una de esas paradas de tirar botellas con unas pelotas. Estaba claro que mis augurios anteriores eran ciertos, a Eri le faltaba fuerza. Si es que estas kunoichis de hoy en día no comen lo que tienen que comer.
— Pues vamos a intentarlo va.
Le di el dinero al tendero y cogí la primera bola y apunté a la botella más grande y poderosa que hubiera. Retrocedí un par de pasos para tener espacio para tirar y la lancé con toda mi fuerza. Si no le daba a la botella igual reventaba la tienda, pero lo importante era dejar claro que soy todo músculo, ni una neurona, todo todo músculo.
— ¿Te crees que los perros no hablan? Casi todos los animales que usan chakra acaban hablando, veo a Stuffy capaz de empezar a hacerlo justo para chivarse. No te fies de él, Eri, detrás de esa cara de bobalicon es todo maldad.
—El puesto está un poco más adelante, espero que no me hayan quitado el peluche.... Bueno, vamos deprisa, así llegamos antes, solo por si acaso.
Ya podía ser un peluche edición exclusiva, limita, plus ultra, porque para ponernos a correr en medio del festival justo despues de comer vestidos como si fueramos muñecos de exposición, no tendría que ser para menos. Al llegar, vi que era una de esas paradas de tirar botellas con unas pelotas. Estaba claro que mis augurios anteriores eran ciertos, a Eri le faltaba fuerza. Si es que estas kunoichis de hoy en día no comen lo que tienen que comer.
— Pues vamos a intentarlo va.
Le di el dinero al tendero y cogí la primera bola y apunté a la botella más grande y poderosa que hubiera. Retrocedí un par de pasos para tener espacio para tirar y la lancé con toda mi fuerza. Si no le daba a la botella igual reventaba la tienda, pero lo importante era dejar claro que soy todo músculo, ni una neurona, todo todo músculo.
—Nabi—