19/05/2018, 23:16
—En verdad, si nos sentimos mal siempre podemos ir a preguntar. Pero... Por una simple ojeada a lo mejor no nos dicen nada, ¿no?
La chica sonrío mientras decía aquello. Parecia dispuesta a colarse en las ruinas de un territorio que pertenecía a su propia aldea. En mi caso el asunto era mas complicado, si yo me colaba allí, no siendo el territorio de mi aldea… quizás podía meter a Amegakure en un problema diplomático, o quizás me hicieran cosas horribles por infligir alguna ley. Aunque claro, no había señales ni indicaciones que prohibieran el paso.
—¿Y dónde iríamos a preguntar? No creo que sea muy bueno para ninguno de nosotros que te siga hasta Uzushiogakure en busca de un shinobi de alto rango que nos de permiso. Pero no te falta razón, no creo que nos digan nada por echar un ojo, no hay ninguna indicación que lo prohíba.
Le devolví una sonrisa amable mientras recapacitaba. Si un shinobi del propio territorio me pedía que le acompañara a explorar dentro de aquellas ruinas y yo aceptaba ¿Qué culpa tendría yo si nos pillaran? Al fin y al cabo, me estaba invitando a explorarlas con ella.
—Mi nombre es Uzumaki Eri, un placer. Demos una vuelta por la casa, a ver si encontramos algo por donde colarnos...
—Mi nombre es Karasukage Reiji, el placer es mio. —Dije mientras le tendía la mano en señal de amistad, aunque claro, siempre alerta. Al final aquellos que aparentaban mas inocencia, eran los mas peligrosos. —Podemos rodearla o escalarla, tal vez veamos alguna ventana abierta, o algún balcón por el que colarse, supongo que los castillos antiguos también tenían que ventilarse por algún sitio. —Sugerí.
La chica sonrío mientras decía aquello. Parecia dispuesta a colarse en las ruinas de un territorio que pertenecía a su propia aldea. En mi caso el asunto era mas complicado, si yo me colaba allí, no siendo el territorio de mi aldea… quizás podía meter a Amegakure en un problema diplomático, o quizás me hicieran cosas horribles por infligir alguna ley. Aunque claro, no había señales ni indicaciones que prohibieran el paso.
—¿Y dónde iríamos a preguntar? No creo que sea muy bueno para ninguno de nosotros que te siga hasta Uzushiogakure en busca de un shinobi de alto rango que nos de permiso. Pero no te falta razón, no creo que nos digan nada por echar un ojo, no hay ninguna indicación que lo prohíba.
Le devolví una sonrisa amable mientras recapacitaba. Si un shinobi del propio territorio me pedía que le acompañara a explorar dentro de aquellas ruinas y yo aceptaba ¿Qué culpa tendría yo si nos pillaran? Al fin y al cabo, me estaba invitando a explorarlas con ella.
—Mi nombre es Uzumaki Eri, un placer. Demos una vuelta por la casa, a ver si encontramos algo por donde colarnos...
—Mi nombre es Karasukage Reiji, el placer es mio. —Dije mientras le tendía la mano en señal de amistad, aunque claro, siempre alerta. Al final aquellos que aparentaban mas inocencia, eran los mas peligrosos. —Podemos rodearla o escalarla, tal vez veamos alguna ventana abierta, o algún balcón por el que colarse, supongo que los castillos antiguos también tenían que ventilarse por algún sitio. —Sugerí.