26/05/2018, 16:47
El tiempo pasó. Daruu dedujo que el jounin habría, finalmente, rechazado la propuesta sin decir ni una palabra. Pero quizás, tal vez, sólo tal vez, se hubiera entretenido. Más probable aún, no hubiera considerado tan importante ser puntual ante la cita de un simple genin. Sí, eso podía ser posible. De modo que se recostó, suspiró largo y tendido y trató de relajarse. Las manecillas de un reloj imaginario empezaron a moverse. Pasaron los minutos. Daruu cerraba los ojos...
BOOM, retumbó toda la sala cuando la puerta se abrió de golpe. Daruu se despertó de un sobresalto y pegó la espalda a la pared como un imán atraído por el polo opuesto.
—Esta maldita niña tiene la cabeza de un chorlito... —Zetsuo acababa de entrar en escena con una sobrecarga de ira. Qué bien. Eso lo haría todo más fácil—. ¡LA TERCERA PUERTA DE COMBATE DEL PRIMER PISO, ME HA DICHO! —bramó, y entonces pareció reparar en la presencia del que le estaba esperando—. ¿Se puede saber para qué cojones me has citado aquí, Amedama?
Sí. Muy típico, Ayame confundiendo nombres, pisos, puertas, y hasta el color de la camiseta que llevaba puesta. Daruu suspiró y apoyó la mano en el suelo para levantarse. Caminó un par de pasos hacia adelante y luego hincó la rodilla en el suelo de nuevo en una reverencia.
—Solicito que me prestes un poco más de formación en técnicas ilusorias. Zetsuo-san. Por favor.
BOOM, retumbó toda la sala cuando la puerta se abrió de golpe. Daruu se despertó de un sobresalto y pegó la espalda a la pared como un imán atraído por el polo opuesto.
—Esta maldita niña tiene la cabeza de un chorlito... —Zetsuo acababa de entrar en escena con una sobrecarga de ira. Qué bien. Eso lo haría todo más fácil—. ¡LA TERCERA PUERTA DE COMBATE DEL PRIMER PISO, ME HA DICHO! —bramó, y entonces pareció reparar en la presencia del que le estaba esperando—. ¿Se puede saber para qué cojones me has citado aquí, Amedama?
Sí. Muy típico, Ayame confundiendo nombres, pisos, puertas, y hasta el color de la camiseta que llevaba puesta. Daruu suspiró y apoyó la mano en el suelo para levantarse. Caminó un par de pasos hacia adelante y luego hincó la rodilla en el suelo de nuevo en una reverencia.
—Solicito que me prestes un poco más de formación en técnicas ilusorias. Zetsuo-san. Por favor.