3/09/2015, 08:58
Mister chango se dirigía feliz mientras saltaba de rama en rama con el pergamino atado a su espalda, el clima se había puesto un poco tosco, la lluvia, que de alguna manera un poco más agresiva había comenzado a caer, parecía no molestarle en nada al animal, que saltaba ágilmente entre los arboles usando sus cuatro extremidades, pocas veces se le había pasado por la cabeza bajar hacia el suelo, hasta que un aroma atractivo le llamo la atención, había una fruta rojiza en la punta de un árbol, sin duda era su fruta preferida, EL MANGO y casi contra su voluntad, en una lucha del bien o el mal en seguir o detenerse, aprovecho la poca supervisión de hentto y se detuvo a deleitar su manjar preferido escondido parcialmente.
Unos cinco metros más delante de donde estaba Karamaru se podía escuchar unos sonidos como a ramas quebrándose, provenientes de un arbusto frondoso encima de una rama, parecía alguien rascándose.
Los ratones de Den se metieron en el bosque, buscando rápidamente la ubicación del chimpancé. Luego, con un monologo se dirigió hacia Ichiro, terminando con una cuestión que involucraba a los dos.
Ichiro observo como Den dibujaba en un pergamino y los pequeños animales salían disparados hacia la jungla. Observo la habilidad de su compañero, aunque nunca la había visto y se quedó interesado en ella. Volvió a observarlo mientras este le hacia una pregunta.
-Así.- Ichiro se transformó en agua cayendo en forma de charco en el suelo, instantáneamente esta se disolvió con la tierra y unos treinta segundos después, dejados a propósito por el genin para crear expectativas, apareció por detrás de su compañero y al solidificarse le toco el hombro – Este es mi fuerte, sorprenderlo, aunque por lo general les clavo un kunai por la espalda, creo que no debemos matar al mono del sensei. – una risa fuerte y macabra salió del muchacho, que volvió a golpear con entusiasmo la espalda de su compañero – Na, que era broma, pero no tenía un plan mucho más que eso elaborado. – aclaro el muchacho que se llevaba una mano hacia detrás de su cabeza para rascársela, mientras todavía sonreía un poco por la broma anteriormente hecha.
Comenzó a caminar hacia la jungla - Vamos, vamos, creo que tenemos muchas chances! el animo del Hozuki había cambiado, estaba muy sonriente y emocionado, al parecer, las habilidades de su compañero habían encajado muy bien con las suyas, pero, ¿donde estaba el tercero?
Los jóvenes se adentraron al oscuro y ahora lluvioso bosque, un centenar de diferentes especies de pájaros le daba vida al lugar, cerca, lejos, canticos agudos y hasta algunos graves. Sin duda era una lugar muy habitado.
Unos cinco metros más delante de donde estaba Karamaru se podía escuchar unos sonidos como a ramas quebrándose, provenientes de un arbusto frondoso encima de una rama, parecía alguien rascándose.
Los ratones de Den se metieron en el bosque, buscando rápidamente la ubicación del chimpancé. Luego, con un monologo se dirigió hacia Ichiro, terminando con una cuestión que involucraba a los dos.
Ichiro observo como Den dibujaba en un pergamino y los pequeños animales salían disparados hacia la jungla. Observo la habilidad de su compañero, aunque nunca la había visto y se quedó interesado en ella. Volvió a observarlo mientras este le hacia una pregunta.
-Así.- Ichiro se transformó en agua cayendo en forma de charco en el suelo, instantáneamente esta se disolvió con la tierra y unos treinta segundos después, dejados a propósito por el genin para crear expectativas, apareció por detrás de su compañero y al solidificarse le toco el hombro – Este es mi fuerte, sorprenderlo, aunque por lo general les clavo un kunai por la espalda, creo que no debemos matar al mono del sensei. – una risa fuerte y macabra salió del muchacho, que volvió a golpear con entusiasmo la espalda de su compañero – Na, que era broma, pero no tenía un plan mucho más que eso elaborado. – aclaro el muchacho que se llevaba una mano hacia detrás de su cabeza para rascársela, mientras todavía sonreía un poco por la broma anteriormente hecha.
Comenzó a caminar hacia la jungla - Vamos, vamos, creo que tenemos muchas chances! el animo del Hozuki había cambiado, estaba muy sonriente y emocionado, al parecer, las habilidades de su compañero habían encajado muy bien con las suyas, pero, ¿donde estaba el tercero?
Los jóvenes se adentraron al oscuro y ahora lluvioso bosque, un centenar de diferentes especies de pájaros le daba vida al lugar, cerca, lejos, canticos agudos y hasta algunos graves. Sin duda era una lugar muy habitado.