1/06/2018, 15:53
Datsue contempló, no sin cierta aprehensión, cómo Iekatsu se deshacía de toda su escolta. Ahora, el peso de su protección recaía plenamente en los hombros de los Hermanos del Desierto. Todavía perturbado por el asesinato recién cometido, el Uchiha se olía algo malo. Recordó esa voz que hablaba con Makoto. ¿Y si, de alguna manera, Kuranosuke supiese exactamente hacia dónde se dirigían? ¿Y si había sido su voz la que había oído desde el otro lado de la puerta? Sabiendo el momento en el que habían partido del templo donde residía su ya difunto hijo, no le sería difícil pronosticar la hora de su llegada. Menos todavía preparar una emboscada al amparo de la noche.
El rojo del Sharingan iluminó la mirada de Datsue.
—Tengo un mal presentimiento, compadre —susurró a su Hermano, mientras aligeraba el paso para colocarse a pocos pasos de Iekatsu y su dama.
El rojo del Sharingan iluminó la mirada de Datsue.
—Tengo un mal presentimiento, compadre —susurró a su Hermano, mientras aligeraba el paso para colocarse a pocos pasos de Iekatsu y su dama.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado