4/09/2015, 16:36
La reacción del chico que tenía enfrente no fue la que esperaba. Puesto que primero saco una libreta donde tomo nota de algo. Luego otra cosa extraña, pues respondió con un tono tranquilo a las preguntas de Kazuma.
Aseguraba ser un chico que se encontraba solo de paso por el sitio y que además buscaba un lugar donde quedarse a dormir. Todo sonaba normal, lo cual desanimo un poco al Ishimura pues pensaba que se había encontrado con el rufián que buscaba.
—La verdad es que… Bueno no soy ningún oficial y tampoco estoy de misión. Tampoco me considero un defensor del débil o algo así y pues como tú solo estoy de paso por este lugar. Sin embargo… —hizo una pequeña pausa y tomo aire—. De verdad que detesto a esa gente que se cree que es muy fuerte y por eso le encanta molestar a los débiles. En la vida no hay nada que me haga sentir mejor conmigo mismo que cazarlos y darles una paliza.
Kazuma se encontró a si mismo sonriendo de manera un poco maliciosa, por lo que rápidamente recompuso su rostro para no parecer un psicópata.
—Pero eso solo es uno de mis muchos pasatiempos —aseguro tratando de no parecer alguien peligroso—, también me gusta viajar coleccionar conchas marinas y otras cosas más relajadas.
—Cambiando de tema: Dentro de poco anochecerá y teniendo en cuenta que un rufián puede estar merodeando por aquí, creo que lo mejor es que me acompañes al pueblo para que pases la noche ahí.
Aseguraba ser un chico que se encontraba solo de paso por el sitio y que además buscaba un lugar donde quedarse a dormir. Todo sonaba normal, lo cual desanimo un poco al Ishimura pues pensaba que se había encontrado con el rufián que buscaba.
—La verdad es que… Bueno no soy ningún oficial y tampoco estoy de misión. Tampoco me considero un defensor del débil o algo así y pues como tú solo estoy de paso por este lugar. Sin embargo… —hizo una pequeña pausa y tomo aire—. De verdad que detesto a esa gente que se cree que es muy fuerte y por eso le encanta molestar a los débiles. En la vida no hay nada que me haga sentir mejor conmigo mismo que cazarlos y darles una paliza.
Kazuma se encontró a si mismo sonriendo de manera un poco maliciosa, por lo que rápidamente recompuso su rostro para no parecer un psicópata.
—Pero eso solo es uno de mis muchos pasatiempos —aseguro tratando de no parecer alguien peligroso—, también me gusta viajar coleccionar conchas marinas y otras cosas más relajadas.
—Cambiando de tema: Dentro de poco anochecerá y teniendo en cuenta que un rufián puede estar merodeando por aquí, creo que lo mejor es que me acompañes al pueblo para que pases la noche ahí.