6/06/2018, 17:08
El esfuerzo tendría que terminar por valer la pena. Ese jounin no se iba a escapar por más que el calvo tuviese que correr rascándose los ojos por el humo que le entraba. Esperaba eso, esperaba los problemas respiratorios que causaba el humo, no eran cosas nuevas para él, pero nunca se podría esperar encontrarse con su rival tan rápido. Sumiso, reducido y contenido, Akame estaba en el suelo atrapado. Escuchó un gritó que no entendió y un ruido raro que provenía de atrás, y se giro para pegar, pero el golpe se lo llevó él.
No supo de donde vino pero se retorció ante el primer golpe. Intentó recomponerse rápidamente pero un golpe seco detrás de su cabeza lo detuvo. Su mirada se nubló, sus pensamientos se perdieron, y su equilibrio desapareció junto con su consciencia. Abatido sintió por última vez el pasto en su cara antes de perder todo cuánto sucedía.
Poco a poco los ojos pudieron volver a abrirse. Se encontraba perdido, con la vista perdida y aún borrosa, con un zumbido agudo que le estallaba los tímpanos. Trató de moverse, pero algo se lo impidió. Estaba sentado, sí, y... y... atado parecía ser en... en... en una habitación oscura pero iluminada.
Escuchó una voz lejana, inentendible al perderse con el pitido constante. Giró su cabeza y solamente por su uniforme puedo distinguir, o suponer, que Akame estaba junto a él. Siguió hablando, no sabía que decía pero la voz perdida llegaba a sus oídos. Una nueva voz, tal vez más femenina, sonó de pronto. Y no pudo hacer más que buscar su origen con la mirada.
Una sombra se encontraba libre, más lejos de lo que estaba su compañero de peleas. Parecía ser kunoichi, bastante grande, y su uniforme la delataba. Recuperaba la audición pero la vista le costaba y no identifica de forma correcta el hitai-ate que portaba.
—...no Sato!
—Y-yo... yo... qué... mi cabeza... ¿Qué pasó...?— el pitido finalmente cesó y la vista empezaba su camino a recomponerse.
No supo de donde vino pero se retorció ante el primer golpe. Intentó recomponerse rápidamente pero un golpe seco detrás de su cabeza lo detuvo. Su mirada se nubló, sus pensamientos se perdieron, y su equilibrio desapareció junto con su consciencia. Abatido sintió por última vez el pasto en su cara antes de perder todo cuánto sucedía.
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Poco a poco los ojos pudieron volver a abrirse. Se encontraba perdido, con la vista perdida y aún borrosa, con un zumbido agudo que le estallaba los tímpanos. Trató de moverse, pero algo se lo impidió. Estaba sentado, sí, y... y... atado parecía ser en... en... en una habitación oscura pero iluminada.
Escuchó una voz lejana, inentendible al perderse con el pitido constante. Giró su cabeza y solamente por su uniforme puedo distinguir, o suponer, que Akame estaba junto a él. Siguió hablando, no sabía que decía pero la voz perdida llegaba a sus oídos. Una nueva voz, tal vez más femenina, sonó de pronto. Y no pudo hacer más que buscar su origen con la mirada.
Una sombra se encontraba libre, más lejos de lo que estaba su compañero de peleas. Parecía ser kunoichi, bastante grande, y su uniforme la delataba. Recuperaba la audición pero la vista le costaba y no identifica de forma correcta el hitai-ate que portaba.
—...no Sato!
—Y-yo... yo... qué... mi cabeza... ¿Qué pasó...?— el pitido finalmente cesó y la vista empezaba su camino a recomponerse.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘