6/06/2018, 23:15
—Vale, vamos a buscar algún sitio por donde entrar. ¿Trepamos?
—Si, estoy de acuerdo, trepemos, pero con cuidado, no vaya a ser que se nos caiga la pared encima. —Tal y como estaban las cosas por allí, no era una idea descabellada que la pared se viniera abajo, era difícil, si había aguantado allí de pie siglos… Pero claro, difícil no era lo mismo que imposible. —Visto lo visto, es mejor andarse con ojo.
Canalicé chakra en mis pies y comencé a trepar el castillo por la pared mas cercana. Esperaba que Eri me siguiera, pero miraba de vez en cuando hacia atrás, no solo por eso, si no por que yo era un hombre precavido en un territorio extranjero.
El muro era bastante alto, y la piedra no es que estuviera en su mejor estado, sin embargo parecía estable para trepar por él. El camino hasta la parte mas alta del muro era largo, y tal vez, tedioso, pues al final era línea recta. Aproveché para darle algo de conversación a Eri. Quien sabia, tal vez fuese una persona interesante, cono conocimientos que yo quisiera conseguir.
—¿Hace mucho que conseguiste la bandana?¿Son muy estrictas las pruebas en tu aldea?¿Os hacen enfrentaros ante adversidades meteorológicas? —No tarde demasiado en darme cuenta, que, no solo podía agobiarla con muchas preguntas a la vez, si no que tal vez algunas no pudiera contestarlas. —Perdona si me he emocionado haciendo preguntas, tengo un alma curiosa. No hace falta que contestes si no quieres.
—Si, estoy de acuerdo, trepemos, pero con cuidado, no vaya a ser que se nos caiga la pared encima. —Tal y como estaban las cosas por allí, no era una idea descabellada que la pared se viniera abajo, era difícil, si había aguantado allí de pie siglos… Pero claro, difícil no era lo mismo que imposible. —Visto lo visto, es mejor andarse con ojo.
Canalicé chakra en mis pies y comencé a trepar el castillo por la pared mas cercana. Esperaba que Eri me siguiera, pero miraba de vez en cuando hacia atrás, no solo por eso, si no por que yo era un hombre precavido en un territorio extranjero.
El muro era bastante alto, y la piedra no es que estuviera en su mejor estado, sin embargo parecía estable para trepar por él. El camino hasta la parte mas alta del muro era largo, y tal vez, tedioso, pues al final era línea recta. Aproveché para darle algo de conversación a Eri. Quien sabia, tal vez fuese una persona interesante, cono conocimientos que yo quisiera conseguir.
—¿Hace mucho que conseguiste la bandana?¿Son muy estrictas las pruebas en tu aldea?¿Os hacen enfrentaros ante adversidades meteorológicas? —No tarde demasiado en darme cuenta, que, no solo podía agobiarla con muchas preguntas a la vez, si no que tal vez algunas no pudiera contestarlas. —Perdona si me he emocionado haciendo preguntas, tengo un alma curiosa. No hace falta que contestes si no quieres.