Fantasmagoría

[Amedama Daruu]

—Y, por lo que he oído, has llegado incluso a disipar las ilusiones de Ayame —añadió Zetsuo, con los ojos cerrados.

Daruu sonrió con orgullo y clavó sus irises morados en los aguamarina de Zetsuo, sosteniéndole la mirada.

—Puede que lo haya hecho, sí —dejó caer, hinchando el pecho como un pavo.

»¿Cuándo empezaremos? —Había dicho después.

Zetsuo sonrió y declaró que empezarían ahora mismo, y preguntó, disfrutando de cada una de las sílabas, si no esperaba que hubiese ido hasta allí sólo para intercambiar un par de palabras y una despedida.

—No esperaba menos —respondió Daruu con una sonrisa. No. No lo había esperado. Al contrario, estaba deseando que empezasen en ese momento.

Más tarde se arrepentiría.

Porque aquellos días, aquellas semanas... fueron las más duras de su vida en cuanto a entrenamiento shinobi se refiere.

Fin del tema.