10/06/2018, 18:13
Pero cuando estaba a punto de sacar una hikaridama para lanzarla al cielo, recibió una embestida por la espalda que le tiró al suelo, cortándole momentáneamente la respiración. Respiración que hubiese cesado para siempre de haberse mantenido en pie. Los característicos silbidos de unas saetas cortando el aire pasaron por encima de su cabeza. Si no fuese por su Hermano…
—¡Por Amaterasu, cúbrete joder!
—Joder… ¡Joder! —Pocas eran las ocasiones en las que Uchiha Datsue se quedaba corto de palabras. Aquella fue una de ellas.
Se levantó como pudo, trastabillando mientras se apuraba en buscar refugio. Algo tras lo que protegerse. Una mínima cobertura tras los escombros que le permitiese ponerse a salvo de una nueva salva de flechas.
—Mierda, mierda, mierda, mierda… —no podía dejar de farfullar.
Distinguió a seis. Seis luceros de chakra entre las sombras. Uno destacaba más que el resto. Un ninja.
—Seis contra dos. El ninja es peligroso, compadre —susurró Akame—. No podemos dejar que se haga con la gema.
«Lo que no podemos dejar es que nos maten, joder», pensó, asustado.
—S-sí —optó por decir—. Ocúpate de contener el flanco izquierdo. Yo del derecho. —Que hubiese elegido para sí el flanco derecho, donde no se encontraba el ninja, no era casualidad. Sin demorarse, pues cada segundo perdido era un segundo en el que las distancias se recortaban, realizó los sellos de su técnica ígnea estrella—. ¡Katon, Sogekihei Jūdan!
Una bola diminuta —de no más de 40cm de diámetro— de fuego se dirigiría entonces hacia el hombre que le flanqueaba por su derecha, a sus pies. Sabía que, sin el factor sorpresa, no le costaría esquivarla. Pero esperaba que no con el suficiente margen como para evadir la potente explosión de llamaradas que generaría al estallar contra el suelo.
Se medio escondió de nuevo tras los escombros —si es que había encontrado unos medio decentes—, y se llevó una mano a un bolsillo de su chaleco ninja, tomando una píldora de soldado y tragándola. Iba a necesitarla.
—¡Por Amaterasu, cúbrete joder!
—Joder… ¡Joder! —Pocas eran las ocasiones en las que Uchiha Datsue se quedaba corto de palabras. Aquella fue una de ellas.
Se levantó como pudo, trastabillando mientras se apuraba en buscar refugio. Algo tras lo que protegerse. Una mínima cobertura tras los escombros que le permitiese ponerse a salvo de una nueva salva de flechas.
—Mierda, mierda, mierda, mierda… —no podía dejar de farfullar.
Distinguió a seis. Seis luceros de chakra entre las sombras. Uno destacaba más que el resto. Un ninja.
—Seis contra dos. El ninja es peligroso, compadre —susurró Akame—. No podemos dejar que se haga con la gema.
«Lo que no podemos dejar es que nos maten, joder», pensó, asustado.
—S-sí —optó por decir—. Ocúpate de contener el flanco izquierdo. Yo del derecho. —Que hubiese elegido para sí el flanco derecho, donde no se encontraba el ninja, no era casualidad. Sin demorarse, pues cada segundo perdido era un segundo en el que las distancias se recortaban, realizó los sellos de su técnica ígnea estrella—. ¡Katon, Sogekihei Jūdan!
Una bola diminuta —de no más de 40cm de diámetro— de fuego se dirigiría entonces hacia el hombre que le flanqueaba por su derecha, a sus pies. Sabía que, sin el factor sorpresa, no le costaría esquivarla. Pero esperaba que no con el suficiente margen como para evadir la potente explosión de llamaradas que generaría al estallar contra el suelo.
Se medio escondió de nuevo tras los escombros —si es que había encontrado unos medio decentes—, y se llevó una mano a un bolsillo de su chaleco ninja, tomando una píldora de soldado y tragándola. Iba a necesitarla.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado