11/06/2018, 16:07
Pachán se vio confundido ante la pregunta de Kumopansa, pero al parecer no había tiempo para resolver duda de ningún tipo. Me hizo poner en alarma ante la advertencia del tipo.
«¿Y ahora qué?»
El taxista le pidió a su yegua a través de las riendas que acelerase sus pasos y así lo hizo sin poner oposición alguna. Poco después vi que aquello iba muy en serio. Una manada de lobos nos había tomado como sus presas y, con un camuflaje que nunca antes había visto, poco a poco lo fueron disipando cuando los depredadores se colocaron estrategicamente a los costados, de frente y por nuestra espalda, preparándose para atacar en cualquier momento desde cualquier flanco. Sentí que era el momento de moverme y hacer algo así que me levanté y miré a Kumopansa con una media sonrisa mientras asentía con la cabeza un par de veces.
— Bien, que no cunda el pánico. Yo me encargaré de ahuyentar a los lobos. Que Bonita mantenga el rumbo pase lo que pase, ¿Entendido, Pachán-san?
— ¿Y qué se supone que vas a hacer, maldito loco descerebrado? — dije el arácnido como perdiendo los nervios.
— Solo fuegos artificiales
— ¡Ay, ay, ay, ay!
Salté del carromato haciendo una simple cabriola justo por encima de los lobos que estaban a la derecha del vehículo de Pachán y, cuando mi cabeza apuntaba al suelo y mis pies al cielo, estiré mi brazo diestro y lancé 3 telarañas a través de mis dedos buscando que se enganchasen en los cuerpos de los animales. Después aterricé a suelo firme con mis manos juntas realizando una cadena de sellos.
— ¡Raiton: Kangehika!
Las telarañas se cubrieron de una cadena de chispas que avanzaban a toda velocidad, haciendo que la fina telaraña blanquecina se iluminase y, finalmente realizasen una descarga en los 3 animales, los cuales estaban sujetos con el objetivo de dejarlos fuera de juego. Quizás serviría de aviso para los demás y nos dejasen en paz. O quizás no..
«¿Y ahora qué?»
El taxista le pidió a su yegua a través de las riendas que acelerase sus pasos y así lo hizo sin poner oposición alguna. Poco después vi que aquello iba muy en serio. Una manada de lobos nos había tomado como sus presas y, con un camuflaje que nunca antes había visto, poco a poco lo fueron disipando cuando los depredadores se colocaron estrategicamente a los costados, de frente y por nuestra espalda, preparándose para atacar en cualquier momento desde cualquier flanco. Sentí que era el momento de moverme y hacer algo así que me levanté y miré a Kumopansa con una media sonrisa mientras asentía con la cabeza un par de veces.
— Bien, que no cunda el pánico. Yo me encargaré de ahuyentar a los lobos. Que Bonita mantenga el rumbo pase lo que pase, ¿Entendido, Pachán-san?
— ¿Y qué se supone que vas a hacer, maldito loco descerebrado? — dije el arácnido como perdiendo los nervios.
— Solo fuegos artificiales
— ¡Ay, ay, ay, ay!
Salté del carromato haciendo una simple cabriola justo por encima de los lobos que estaban a la derecha del vehículo de Pachán y, cuando mi cabeza apuntaba al suelo y mis pies al cielo, estiré mi brazo diestro y lancé 3 telarañas a través de mis dedos buscando que se enganchasen en los cuerpos de los animales. Después aterricé a suelo firme con mis manos juntas realizando una cadena de sellos.
— ¡Raiton: Kangehika!
Las telarañas se cubrieron de una cadena de chispas que avanzaban a toda velocidad, haciendo que la fina telaraña blanquecina se iluminase y, finalmente realizasen una descarga en los 3 animales, los cuales estaban sujetos con el objetivo de dejarlos fuera de juego. Quizás serviría de aviso para los demás y nos dejasen en paz. O quizás no..
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa