13/06/2018, 22:12
—Es una mierda —replicó al instante, sincero, cuando Karma le indicó que tener una madre que se preocupase por él debía ser maravilloso. No se dio cuenta que, por la forma en que lo dijo, Karma no la tenía. O, de tenerla, pasaba de ella—. ¡Siempre me avergüenza cuando estoy con los amigos! ¡Es una pesada! —exclamó.
Abrió y cerró la boca un par de veces, sin saber muy bien cómo continuar.
—Karma… tú no lo entiendes —afirmó, muy serio—. Ahora mismo podríamos ser compañeros. Suspendí el examen por un fallo tonto. ¡Tontísimo! Pero yo ya podría ser ninja. Si tuviéramos un combate, te ganaría —soltó, sin pelos en la lengua—. ¡Así de bueno soy!
»Es que, no sé, lo veo tontería, tía. Eres kunoichi, seguro que tienes cosas más importantes que hacer que esto. Y a mí me gustaría saborear la libertad por un día. ¿Tanto estoy pidiendo?
Abrió y cerró la boca un par de veces, sin saber muy bien cómo continuar.
—Karma… tú no lo entiendes —afirmó, muy serio—. Ahora mismo podríamos ser compañeros. Suspendí el examen por un fallo tonto. ¡Tontísimo! Pero yo ya podría ser ninja. Si tuviéramos un combate, te ganaría —soltó, sin pelos en la lengua—. ¡Así de bueno soy!
»Es que, no sé, lo veo tontería, tía. Eres kunoichi, seguro que tienes cosas más importantes que hacer que esto. Y a mí me gustaría saborear la libertad por un día. ¿Tanto estoy pidiendo?