14/06/2018, 00:45
Su mueca se acrecentó. «¿Cuándo perdí yo esa inocencia tan asertiva? Supongo que ese malnacido me la quitó a hostias».
—Ya veo, ya —quiso objetar que el Uzukage le debía obediencia a su aldea, a su gente, pero optó por guardar silencio. Ni siquiera era siempre el caso. Se le vino a la mente el nombre de Uzumaki Zoku.
—¡Esta conversación se ha terminado!
—Ringo-san, por f... —no dispuso de tiempo suficiente para finalizar su súplica.
¡Plomp! Una explosión, humo acaparando su visión y confusión lacerando su razonamiento. Todo al mismo tiempo. Se puso en pie por puro acto reflejo. Karma tosió varias veces, poniendo el ataque bajo control poco después. Se tapó la boca y la nariz con el antebrazo.
—¡¿Qué demonios...?! ¡Una bomba de humo!
Captó el distintivo sonido de una puerta cercana abriéndose. «¡¿El jardín?!». Corrió al exterior; su único guía era el recuerdo de la disposición de la habitación antes de que el jovencito le jugase aquella maldita jugarreta.
—¡Ringo-san! —lo llamó, llegase o no.
«Izanami, dame paciencia, porque como me des fuerza...».
—Ya veo, ya —quiso objetar que el Uzukage le debía obediencia a su aldea, a su gente, pero optó por guardar silencio. Ni siquiera era siempre el caso. Se le vino a la mente el nombre de Uzumaki Zoku.
—¡Esta conversación se ha terminado!
—Ringo-san, por f... —no dispuso de tiempo suficiente para finalizar su súplica.
¡Plomp! Una explosión, humo acaparando su visión y confusión lacerando su razonamiento. Todo al mismo tiempo. Se puso en pie por puro acto reflejo. Karma tosió varias veces, poniendo el ataque bajo control poco después. Se tapó la boca y la nariz con el antebrazo.
—¡¿Qué demonios...?! ¡Una bomba de humo!
Captó el distintivo sonido de una puerta cercana abriéndose. «¡¿El jardín?!». Corrió al exterior; su único guía era el recuerdo de la disposición de la habitación antes de que el jovencito le jugase aquella maldita jugarreta.
—¡Ringo-san! —lo llamó, llegase o no.
«Izanami, dame paciencia, porque como me des fuerza...».