14/06/2018, 13:54
Logró alcanzar el exterior, un fausto suceso. Lo hizo a tientas, a golpe de memoria. La atmósfera en el interior del salón se había convertido en una muy agobiante, muy rápido.
Pero no había tiempo que perder, no podía pararse a agradecer la existencia del aire fresco que le devolvía la respiración. ¡Ringo seguía en el jardín, no había escapado todavía! Karma quiso crear una relación de entendimiento y consenso entre ambos, y al final, ¿qué había ocurrido? Lo estaba persiguiendo. Aquella estampa era la más cruda imagen del fracaso.
Él negó con la cabeza. Ella le apuntó con el dedo índice, afilado como un kunai.
—¡Ni se te ocurra saltar esa valla! —advirtió, haciendo gala de un tono que presagiaba cólera, algo muy poco común en ella.
Pero no había tiempo que perder, no podía pararse a agradecer la existencia del aire fresco que le devolvía la respiración. ¡Ringo seguía en el jardín, no había escapado todavía! Karma quiso crear una relación de entendimiento y consenso entre ambos, y al final, ¿qué había ocurrido? Lo estaba persiguiendo. Aquella estampa era la más cruda imagen del fracaso.
Él negó con la cabeza. Ella le apuntó con el dedo índice, afilado como un kunai.
—¡Ni se te ocurra saltar esa valla! —advirtió, haciendo gala de un tono que presagiaba cólera, algo muy poco común en ella.