15/06/2018, 00:31
—Oh, está bien, me convertí en genin hará cosa de un año y unos pocos meses, y la verdad es que las pruebas de mi aldea están a un nivel bastante competente, creo haber repetido casi todas las pruebas bastantes veces antes de poder hacerlas bien. Entrenamos en lugares donde hay mucho viento, la verdad es que ya ni nos afecta, pero imagino que a vosotros os pasará lo mismo con la lluvia.
La chica contesto a mis preguntas sin ningún reparo mientras trepábamos. Había esperado un poco mas de rechazo por su parte, pues había empezado a lanzarle preguntas cual lanzador de senbon desbocado. Pero para mi sorpresa, no solo no se había enfadado, sino que además había respondido a cada una de ellas. Había conseguido despertar un poquito mi interés.
—¿Y tú, Reiji-san?
—Yo me gradué hace ya tiempo, pero dada mi condición, no soy la persona adecuada para juzgar la dificultad de las pruebas. En Amegakure existe la tradición de entrenar a los hijos haciéndolos correr desnudos bajo la lluvia. No es obligatorio, y es la familia quien decide si quiere entrenar así o no a su hijo. Yo si que me entrené bajo ese método, y la verdad es que lo considero necesario.
La pared del castillo era bastante alta y, además, nosotros nos movíamos despacio por el temor a que, al igual que había ocurrido con el suelo, la pared se viniera abajo. Eso me dio la oportunidad de seguir indagando sobre aquella chica, siempre y cuando se dejara claro. Tal vez si seguía preguntándole acabaría por quemarla.
—¿Y cómo es por dentro tu aldea? No quiero saber ningún secreto, bueno, si me gustaría, no voy a mentirte, ¿Quién no quiere conocer secretos? Pero mi pregunta es mas bien por el aspecto. Como son las casas ¿Son altas o bajitas? ¿También son metálicas y con aire siniestro?¿Hay arboles allí? ¿Hay muchos insectos? ¿También tenéis gárgolas en el edificio del Kage?
La chica contesto a mis preguntas sin ningún reparo mientras trepábamos. Había esperado un poco mas de rechazo por su parte, pues había empezado a lanzarle preguntas cual lanzador de senbon desbocado. Pero para mi sorpresa, no solo no se había enfadado, sino que además había respondido a cada una de ellas. Había conseguido despertar un poquito mi interés.
—¿Y tú, Reiji-san?
—Yo me gradué hace ya tiempo, pero dada mi condición, no soy la persona adecuada para juzgar la dificultad de las pruebas. En Amegakure existe la tradición de entrenar a los hijos haciéndolos correr desnudos bajo la lluvia. No es obligatorio, y es la familia quien decide si quiere entrenar así o no a su hijo. Yo si que me entrené bajo ese método, y la verdad es que lo considero necesario.
La pared del castillo era bastante alta y, además, nosotros nos movíamos despacio por el temor a que, al igual que había ocurrido con el suelo, la pared se viniera abajo. Eso me dio la oportunidad de seguir indagando sobre aquella chica, siempre y cuando se dejara claro. Tal vez si seguía preguntándole acabaría por quemarla.
—¿Y cómo es por dentro tu aldea? No quiero saber ningún secreto, bueno, si me gustaría, no voy a mentirte, ¿Quién no quiere conocer secretos? Pero mi pregunta es mas bien por el aspecto. Como son las casas ¿Son altas o bajitas? ¿También son metálicas y con aire siniestro?¿Hay arboles allí? ¿Hay muchos insectos? ¿También tenéis gárgolas en el edificio del Kage?