16/06/2018, 02:33
«¡Mierda!» Ya casi había alcanzado la salida —tras esquivar por los pelos unos cuantos bloques de madera que caían sobre su cabeza—, cuando ésta se vino abajo, llenándola de escombros. Pero, como la lógica le decía ahora a gritos, si parte del techo se venía abajo…
…«¡ahí!». Un hueco en el cielo por el que escaparse.
El Uchiha ni lo dudó. Una rápida mirada a un lado le hizo saber que su enemigo también estaba escalando. Los dos, en una carrera a contrarreloj por ser el primero en llegar a la meta. A la salvación. Pero, a estas alturas, todo el mundo sabe que Uchiha Datsue…
…es un tramposo.
Se llevó una mano al bolsillo con tanta rapidez que hubiese puesto en un aprieto al mismísimo relámpago. Lanzó entonces, hacia el suelo, justo debajo del ninja —que se encontraba saltando de escombro en escombro—, una bolita de papel. Acto seguido se llevó las manos a los oídos, y sin demorar ni un segundo saltó por el hueco que había visto.
La bomba sonora estalló en un potente chirrido, que esperaba le sirviese para ralentizar al ninja y otorgarle la victoria en aquella carrera mortal. Una vez hubiese llegado a lo alto del techo, el Uchiha dejaría caer una nueva esfera de papel compacta, por el hueco, mientras saltaba hacia el exterior de la sala, al otro lado de los escombros que se habían derruido en la entrada. A salvo y en terreno llano, correría en dirección contraria mientras formaba un nuevo sello…
… y liberaba una explosión sin precedentes. No por nada, había tirado una bomba explosiva de rango A.
—¡¡¡MUEEEREEEEEEEEE!!!
Nezumi la Rata estaba en un aprieto de mil cojones. Había intuido ver al Toro muerto. Y había visto al Perro huyendo con el rabo entre las piernas. Mientras él, el más cobarde de todos, seguía en pie y en la lucha.
Menuda ironía.
Pero lo había visto demasiado fácil. La oportunidad de, por una vez, ser él el héroe de aquella historia. Había flanqueado a aquel capullo que se negaba a morir. Se había colocado en su retaguardia. Le había disparado un virote a la jodida espalda…
… y este se había limitado a hacer de su magia para, simplemente, devolvérselo. Con unas cuantas armas arrojadizas de regalo. Nezumi se volvió a esconder tras el borde muro, con el corazón latiéndole tan fuertemente que parecía que fuese a salir disparado por su boca.
La estaba cagando, la estaba cagando, la estaba cagando…
Akame flanqueó por un lado y corrió a esconderse bajo unos escombros. Luego salió disparado hacia la siguiente cobertura, con ojos atentos y pies rápidos. Pero nada oyó, ni ningún peligro se abalanzó sobre él.
Fue entonces cuando captó movimiento. El destello de un chakra débil, raquítico y con color a mierda, huyendo despavorido en dirección al bosque. Justo por donde le había llegado a la flecha.
…«¡ahí!». Un hueco en el cielo por el que escaparse.
El Uchiha ni lo dudó. Una rápida mirada a un lado le hizo saber que su enemigo también estaba escalando. Los dos, en una carrera a contrarreloj por ser el primero en llegar a la meta. A la salvación. Pero, a estas alturas, todo el mundo sabe que Uchiha Datsue…
…es un tramposo.
Se llevó una mano al bolsillo con tanta rapidez que hubiese puesto en un aprieto al mismísimo relámpago. Lanzó entonces, hacia el suelo, justo debajo del ninja —que se encontraba saltando de escombro en escombro—, una bolita de papel. Acto seguido se llevó las manos a los oídos, y sin demorar ni un segundo saltó por el hueco que había visto.
¡BOOOOOOOOOM!
La bomba sonora estalló en un potente chirrido, que esperaba le sirviese para ralentizar al ninja y otorgarle la victoria en aquella carrera mortal. Una vez hubiese llegado a lo alto del techo, el Uchiha dejaría caer una nueva esfera de papel compacta, por el hueco, mientras saltaba hacia el exterior de la sala, al otro lado de los escombros que se habían derruido en la entrada. A salvo y en terreno llano, correría en dirección contraria mientras formaba un nuevo sello…
… y liberaba una explosión sin precedentes. No por nada, había tirado una bomba explosiva de rango A.
—¡¡¡MUEEEREEEEEEEEE!!!
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Nezumi la Rata estaba en un aprieto de mil cojones. Había intuido ver al Toro muerto. Y había visto al Perro huyendo con el rabo entre las piernas. Mientras él, el más cobarde de todos, seguía en pie y en la lucha.
Menuda ironía.
Pero lo había visto demasiado fácil. La oportunidad de, por una vez, ser él el héroe de aquella historia. Había flanqueado a aquel capullo que se negaba a morir. Se había colocado en su retaguardia. Le había disparado un virote a la jodida espalda…
… y este se había limitado a hacer de su magia para, simplemente, devolvérselo. Con unas cuantas armas arrojadizas de regalo. Nezumi se volvió a esconder tras el borde muro, con el corazón latiéndole tan fuertemente que parecía que fuese a salir disparado por su boca.
La estaba cagando, la estaba cagando, la estaba cagando…
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Akame flanqueó por un lado y corrió a esconderse bajo unos escombros. Luego salió disparado hacia la siguiente cobertura, con ojos atentos y pies rápidos. Pero nada oyó, ni ningún peligro se abalanzó sobre él.
Fue entonces cuando captó movimiento. El destello de un chakra débil, raquítico y con color a mierda, huyendo despavorido en dirección al bosque. Justo por donde le había llegado a la flecha.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado