17/06/2018, 10:30
Los tres estudiantes llegaron para poder recibir la siguiente pista. Lenna jadeaba mientras Kubo recobraba el aliento, Kaji, por su parte; se encontraba exactamente igual que antes. Un anciano les esperaba allí con una túnica bastante llamativa, al cuál escucharon con atención.
— Pues me dijo... que los espera unas dos cuadras hacia allí.
—¡Gracias señor! —agradeció Lenna —. Vamos chicos, ya queda nada —apremió con una sonrisa, y los tres jóvenes volvieron a emprender la carrera hacia su destino.
Unas dos cuadras más allá, llegaron a su destino: la hamburguesería favorita de Kubo y en la que los tres muchachos se habían conocido. Dentro se encontraba su sensei de aquella tarde. Pronto entraron y volvieron a encontrarse con él, resguardados de la lluvia y con el estómago rugiendo.
Lenna se acercó a él y le tocó el hombro.
—¡Te pillamos!
Kubo se sentó junto a Kaji, Lenna se les unió en seguida y los tres miraron a Karamaru.
—¿Y ahora qué? ¿Vas a hacer que demos otras tres vueltas para comernos esto?
— Pues me dijo... que los espera unas dos cuadras hacia allí.
—¡Gracias señor! —agradeció Lenna —. Vamos chicos, ya queda nada —apremió con una sonrisa, y los tres jóvenes volvieron a emprender la carrera hacia su destino.
Unas dos cuadras más allá, llegaron a su destino: la hamburguesería favorita de Kubo y en la que los tres muchachos se habían conocido. Dentro se encontraba su sensei de aquella tarde. Pronto entraron y volvieron a encontrarse con él, resguardados de la lluvia y con el estómago rugiendo.
Lenna se acercó a él y le tocó el hombro.
—¡Te pillamos!
Kubo se sentó junto a Kaji, Lenna se les unió en seguida y los tres miraron a Karamaru.
—¿Y ahora qué? ¿Vas a hacer que demos otras tres vueltas para comernos esto?