19/06/2018, 20:23
Como un gato curioso y cotilla, la kunoichi husmeó en la mesita de noche de al lado. No obstante, nada revelador halló en ella. Pues, cuando la abrió, ésta se encontraba completamente vacía.
O, quizá, un servidor se equivocase. Quizá, precisamente por estar vacía, la convertía en lo más revelador de todo.
O, quizá, un servidor se equivocase. Quizá, precisamente por estar vacía, la convertía en lo más revelador de todo.