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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#22
Nabi lo observó con los ojos brillantes, y casi con ilusión, no con la irritación inquisitiva que solía abundar en el mundo shinobi, le preguntó a Daruu, más afirmándolo que preguntándolo en verdad, que si había visto algo.

—¡N-no! Yo no... —comenzó a excusarse, enseñando las palmas de las manos.

—¡No es justo! ¡Todos aquí viendo esos bichos menos yo! Además, ¿no te parece raro que aparezcan siempre tan lejos de aquí? Es decir, ¿no tendría sentido que apareciesen donde murieron? Y además tampoco aparecen donde hay más chakra, simplemente donde les parece.

»Que no es que quiera yo que aparezca un bicho de esos en mi cara, Shiona-sama me libre. ¿Sabes lo de la curiosidad mató al gato? Pues el perro estaba mirando de lejos, y despues de ver como moría el gato se fue. Pues eso quiero hacer, ver a un bijuu aplastar un gato e irme. Más o menos. Por curiosidad.


Daruu, a la par de incrédulo que de molesto, chasqueó la lengua contra el paladar y desvió la mirada hacia el suelo.

—¿Pero qué estás diciendo? ¿Acaso te da igual que el bijuu provoque una masacre con tal de satisfacer tu curiosidad? Supongo que estarás de broma.

Daruu, que siempre había huído de los problemas (pero a quien los problemas siempre le habían encontrado en el centro), sentía inconcebible perseguir la simple idea de ver a un bijuu aunque fuese desde lejos. Por lo que eso implicaba para con Oonindo.
[Imagen: K02XwLh.png]

No hay marcas de sangre registradas.
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Mensajes en este tema
RE: Mis calzones mojados y sus 10 shuriken - por Amedama Daruu - 20/06/2018, 11:18


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