7/09/2015, 22:40
El argumento de Blame hizo estremecer a Pino. Casi al instante, cayó en cuenta y confirmó lo que el albino había idealizado, una evidente y posiblemente mortal trampa. Ambos terminaron por alejarse un poco, un par de pasos quizás. Pero al hacerlo, Pino volvió a acercarse sin miramientos. Decidido, se aproximó y tocó de nuevo la torre de madera.
«Vaya tela... como una cabra...» Pensó el albino al verlo acercarse.
Lejos de quedarse en eso, el chico tocó de nuevo la estructura, y no tardó en comenzar a bordear la misma. Con paso parsimonioso, comenzó a andar en torno a la estructura de madera. De pronto, comenzó argumentar otra opción. Comentó que también podía tratarse de algún fuinjutsu, así como también le preguntó a Blame si sabía de éste tipo de jutsus.
Sin esperar a la respuesta del peliblanco, el chico de cabellera color ébano prosiguió con su teoría. Según dijo, los jutsus de sellado no solo servían para sellar cosas en sí, si no que podían sellar el chakra del ejecutor para hacer que una técnica fuese permanente. Terminó dando una referencia de su informador, su padre.
«¿Un fuinjutsu es capaz de hacer eso...?»
El Senju se quedó plantado por un instante, perplejo ante la posibilidad de un posible jutsu eterno. Si era verdad lo que su antagonista decía, había de echarle un ojo a ese tipo de jutsus, no eran para nada como los había imaginado.
—¿De verdad un fuinjutsu es capaz de hacer eso? La verdad es que no sé nada de las técnicas de sellado, nunca había sentido interés en ellas. Pero creo que me equivocaba al ignorarlas... parecen "interesantes".—
Tras un pequeño lapso, cayó en cuenta de algo interesante. Ese chico había hablado de su padre como si de un mentor se tratase... el suya jamás había hablado con algo de sentido en alguna ocasión. Era curioso como algunas personas eran capaces de engañar por mas tiempo del habitual a sus cercanos.
—Que bueno debe ser tener a un padre capaz de enseñar...— Comentó con una sonrisa.
Dicho ésto, él también procedió a acercarse a las maderas. Aunque éste no se llegó a disponer a tocarlas.
«Vaya tela... como una cabra...» Pensó el albino al verlo acercarse.
Lejos de quedarse en eso, el chico tocó de nuevo la estructura, y no tardó en comenzar a bordear la misma. Con paso parsimonioso, comenzó a andar en torno a la estructura de madera. De pronto, comenzó argumentar otra opción. Comentó que también podía tratarse de algún fuinjutsu, así como también le preguntó a Blame si sabía de éste tipo de jutsus.
Sin esperar a la respuesta del peliblanco, el chico de cabellera color ébano prosiguió con su teoría. Según dijo, los jutsus de sellado no solo servían para sellar cosas en sí, si no que podían sellar el chakra del ejecutor para hacer que una técnica fuese permanente. Terminó dando una referencia de su informador, su padre.
«¿Un fuinjutsu es capaz de hacer eso...?»
El Senju se quedó plantado por un instante, perplejo ante la posibilidad de un posible jutsu eterno. Si era verdad lo que su antagonista decía, había de echarle un ojo a ese tipo de jutsus, no eran para nada como los había imaginado.
—¿De verdad un fuinjutsu es capaz de hacer eso? La verdad es que no sé nada de las técnicas de sellado, nunca había sentido interés en ellas. Pero creo que me equivocaba al ignorarlas... parecen "interesantes".—
Tras un pequeño lapso, cayó en cuenta de algo interesante. Ese chico había hablado de su padre como si de un mentor se tratase... el suya jamás había hablado con algo de sentido en alguna ocasión. Era curioso como algunas personas eran capaces de engañar por mas tiempo del habitual a sus cercanos.
—Que bueno debe ser tener a un padre capaz de enseñar...— Comentó con una sonrisa.
Dicho ésto, él también procedió a acercarse a las maderas. Aunque éste no se llegó a disponer a tocarlas.