28/06/2018, 02:02
¿Y qué halló la muchacha al abrir el libro y leer? Bueno, para empezar, como no sabía dónde estaba la portada y dónde la contraportada, lo había abierto por el final. Pero eso no le impidió encontrar algo… peculiar. De hecho, gracias a ello encontró lo más interesante de todo.
Y es que Karma halló todos los ingredientes para una bonita historia de amor. Halló una historia de amistad, de profunda lealtad. Halló una historia con momentos cómicos, con borracheras y situaciones jocosas. Halló, en definitiva, una comedia romántica.
Pero, si leía más allá de lo aparente, más allá de las meras palabras, la kunoichi encontraría algo más. Porque, ¿acaso las mejores historias no son más de lo que parecen a simple vista? No juzgues un libro por su portada, se suele decir. Y aquella página que estaba leyendo Karma, transmitía mucho más que la simple historia que relataba. Porque lo importante no era el relato, sino la historia que había detrás, tras el telón. Una historia que solo unos pocos podían vislumbrar, y entender. Era la historia de una tragedia. De sueños rotos. De un ninja caído en desgracia. Del amor platónico perdido. De un ninja que lo pierde todo y se abandona a su profesión.
Y todo aquello en una simple página, escrita a mano, con caligrafía torcida y que decía así:
¿Cuál era el relato? La historia de una borrachera. ¿Cuál la historia de fondo? El último adiós de un amigo. Karma conocía muy bien al compañero del que hablaba. Y lo conocería todavía mejor en el futuro. No por nada, era su sensei.
Y es que Karma halló todos los ingredientes para una bonita historia de amor. Halló una historia de amistad, de profunda lealtad. Halló una historia con momentos cómicos, con borracheras y situaciones jocosas. Halló, en definitiva, una comedia romántica.
Pero, si leía más allá de lo aparente, más allá de las meras palabras, la kunoichi encontraría algo más. Porque, ¿acaso las mejores historias no son más de lo que parecen a simple vista? No juzgues un libro por su portada, se suele decir. Y aquella página que estaba leyendo Karma, transmitía mucho más que la simple historia que relataba. Porque lo importante no era el relato, sino la historia que había detrás, tras el telón. Una historia que solo unos pocos podían vislumbrar, y entender. Era la historia de una tragedia. De sueños rotos. De un ninja caído en desgracia. Del amor platónico perdido. De un ninja que lo pierde todo y se abandona a su profesión.
Y todo aquello en una simple página, escrita a mano, con caligrafía torcida y que decía así:
Querida Furukawa Eri,
………………………………..¿crees en el destino? Yo sí, pero me gusta pensar que no. Odio creer que alguien maneja mis pasos, mis acciones, o incluso mis pensamientos. Que alguien condicione lo que hago o lo que dejo de hacer, que me maneje como a un títere. Yo soy Uchiha Haskoz, escapé vivo y cuerdo del Bosque de Azur y
Pero sí me gusta creer en otro tipo de destinos. ¿Conoces la leyenda del Hilo Rojo del Destino? Se dice que todo Uzureño y toda Uzureña nace con un hilo rojo invisible atado en nuestro meñique. Un hilo que nos conecta con otra persona, nuestra alma gemela, nuestra media naranja y a la cual estamos predestinados a encontrarla, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.
Te contaré un secreto. Un secreto que solo yo —y ahora tú— conoce. Yo puedo verlo. Mis ojos son los de Uchiha Hazama, capaces de distinguir la ilusión de la realidad, la mentira de la verdad, la. Y hoy he visto el hilo en ti. Y he visto donde estaba atado el otro extremo. Hoy, más juntos que nunca, y al mismo tiempo con el hilo hecho un ovillo. Pero estoy convencido de que, con el tiempo, conseguiréis deshacer el nudo que hoy se formó.
Porque sí, Eri. Hoy pasó lo que crees que pasó. Quizá te levantaste al día siguiente pensando que todo fue una terrible pesadilla. Imaginaciones tuyas. Un macabro y maloliente Genjutsu.
Pues no. Lo que pasó pasó, y debes odiarnos por ello. Detestarnos. No volver a dirigirnos la palabra en tu vida. Nos lo merecemos. Es la mínima penitencia que debemos cumplir, vernos privados de ti.
Pero solo te pido una cosa. Concentra todo ese odio, todo ese rencor y culpa, en mí. Porque has de saber que he sido el único culpable y responsable de todo este infortunio. Yo le convencí para que bebiese más de la cuenta. No, convencer no es la palabra adecuada. Le obligué. Le chantajeé para que lo hiciese. Has de saber que soy la persona más mala y retorcida de este mundo, Eri. El mundo nunca ha visto un malo como yo, ni lo volverá a ver. Pero no es justo que un inocente cargue con mis culpas.
Así que por favor. Te lo suplico, si alguna vez te reíste con alguno de mis chistes en clase. Si te alegraste cuando nos perdimos aquella clase de Física por la bomba fétida —sí, fui yo—, o te sirvió de ayuda la copia del examen de Matemáticas que se distribuyó el día anterior al examen —sí, también fui yo—, por favor, hazlo por mí: perdónale.
PD: Y si en tu corazón todavía queda hueco para algo más, por favor, cuida de Akame mientras no esté (me voy de viaje un par de semanas). No es un chico con muchos amigos, te necesitará. Ha sufrido mucho.
PD2: Y si todavía quedase un huquecillo diminuto, y estás dispuesta, te invitaré a dangos la próxima vez que nos veamos por la Aldea ;.)
PD3: Visita también a Noemi. Sé que te echa de menos.
PD4: Riko debe morir pagar.
………………………………..¿crees en el destino? Yo sí, pero me gusta pensar que no. Odio creer que alguien maneja mis pasos, mis acciones, o incluso mis pensamientos. Que alguien condicione lo que hago o lo que dejo de hacer, que me maneje como a un títere. Yo soy Uchiha Haskoz, escapé vivo y cuerdo del Bosque de Azur y
Pero sí me gusta creer en otro tipo de destinos. ¿Conoces la leyenda del Hilo Rojo del Destino? Se dice que todo Uzureño y toda Uzureña nace con un hilo rojo invisible atado en nuestro meñique. Un hilo que nos conecta con otra persona, nuestra alma gemela, nuestra media naranja y a la cual estamos predestinados a encontrarla, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.
Te contaré un secreto. Un secreto que solo yo —y ahora tú— conoce. Yo puedo verlo. Mis ojos son los de Uchiha Hazama, capaces de distinguir la ilusión de la realidad, la mentira de la verdad, la. Y hoy he visto el hilo en ti. Y he visto donde estaba atado el otro extremo. Hoy, más juntos que nunca, y al mismo tiempo con el hilo hecho un ovillo. Pero estoy convencido de que, con el tiempo, conseguiréis deshacer el nudo que hoy se formó.
Porque sí, Eri. Hoy pasó lo que crees que pasó. Quizá te levantaste al día siguiente pensando que todo fue una terrible pesadilla. Imaginaciones tuyas. Un macabro y maloliente Genjutsu.
Pues no. Lo que pasó pasó, y debes odiarnos por ello. Detestarnos. No volver a dirigirnos la palabra en tu vida. Nos lo merecemos. Es la mínima penitencia que debemos cumplir, vernos privados de ti.
Pero solo te pido una cosa. Concentra todo ese odio, todo ese rencor y culpa, en mí. Porque has de saber que he sido el único culpable y responsable de todo este infortunio. Yo le convencí para que bebiese más de la cuenta. No, convencer no es la palabra adecuada. Le obligué. Le chantajeé para que lo hiciese. Has de saber que soy la persona más mala y retorcida de este mundo, Eri. El mundo nunca ha visto un malo como yo, ni lo volverá a ver. Pero no es justo que un inocente cargue con mis culpas.
Así que por favor. Te lo suplico, si alguna vez te reíste con alguno de mis chistes en clase. Si te alegraste cuando nos perdimos aquella clase de Física por la bomba fétida —sí, fui yo—, o te sirvió de ayuda la copia del examen de Matemáticas que se distribuyó el día anterior al examen —sí, también fui yo—, por favor, hazlo por mí: perdónale.
PD: Y si en tu corazón todavía queda hueco para algo más, por favor, cuida de Akame mientras no esté (me voy de viaje un par de semanas). No es un chico con muchos amigos, te necesitará. Ha sufrido mucho.
PD2: Y si todavía quedase un huquecillo diminuto, y estás dispuesta, te invitaré a dangos la próxima vez que nos veamos por la Aldea ;.)
PD3: Visita también a Noemi. Sé que te echa de menos.
PD4: Riko debe morir pagar.
¿Cuál era el relato? La historia de una borrachera. ¿Cuál la historia de fondo? El último adiós de un amigo. Karma conocía muy bien al compañero del que hablaba. Y lo conocería todavía mejor en el futuro. No por nada, era su sensei.