8/09/2015, 21:15
Al parecer, la caida de culo al suelo habia llamado la atención de Eri que estaba tranquilamente en la cocina, esta se acercó al pobre invalido que se encontraba aún sentado intentando lidiar con aquella masa peluda que solo buscaba su perdición. La kunoichi agarró al bicho y lo mando a comer para sacarselo de encima al pobre Uchiha. Despues le agarró para ayudarle a levantarse y lo llevó al sofa sin mediar palabra.
Finalmente, una vez habia posicionado al rubio en el sofa, la peliazul le comentó que no deberia haberse levantado con la pierna como la tenia. La verdad era que el shinobi con el que estaba hablando no era de los que se quedan en cama así como así, muy grave tiene que estar para quedarse quieto. Eso era apenas un rasguño, al dia siguiente estaria mejor, con dormir un poco.
Me he levantado porque he olido comida y tenia hambre, además, huele a pollo ¿no?
Intentaba quitarle hierro al asunto, pero Eri ya habia puesto esa mirada que le echaba cuando se levantaba del suelo lleno de golpes y rasguños tras haberse peleado con los abusones del orfanato. Una mirada que expresaba una preocupación tan profunda que le hacía agachar la cabeza y disculparse solo por verla, ni siquiera tenia que pensar porqué, simplemente por haberla hecho preocuparse.
Perdona, solo... no quiero que corras riesgos innecesarios.
Mike se habia liado con su comida con toda la felicidad del mundo, ignorando a todo y a todos. La peliazul habia pasado su brazo derecho por detras del cuello de Nabi mientras apoyaba su cabeza en el hombro del rubio y con un susurro manifestó su deseo de no perder a su amigo.
Solo es un arañazo, mañana estaré como nuevo. Ya veras.
El dueño de la casa dirigió su mirada a la bola de pelos que ahora gruñia a la comida sin motivo aparente, aún tenian que decidir que hacer con él. Él seguia pensando que ella seria la mejor cuidadora que el perro podria tener, aunque tuviera que dejarle solo de vez en cuando por irse de mision o simplemente por tener que ir a algún sitio, se acabaria preocupando más que nadie por el can, y ambos lo sabian.
Al final... ¿qué vas a hacer con él?
Finalmente, una vez habia posicionado al rubio en el sofa, la peliazul le comentó que no deberia haberse levantado con la pierna como la tenia. La verdad era que el shinobi con el que estaba hablando no era de los que se quedan en cama así como así, muy grave tiene que estar para quedarse quieto. Eso era apenas un rasguño, al dia siguiente estaria mejor, con dormir un poco.
Me he levantado porque he olido comida y tenia hambre, además, huele a pollo ¿no?
Intentaba quitarle hierro al asunto, pero Eri ya habia puesto esa mirada que le echaba cuando se levantaba del suelo lleno de golpes y rasguños tras haberse peleado con los abusones del orfanato. Una mirada que expresaba una preocupación tan profunda que le hacía agachar la cabeza y disculparse solo por verla, ni siquiera tenia que pensar porqué, simplemente por haberla hecho preocuparse.
Perdona, solo... no quiero que corras riesgos innecesarios.
Mike se habia liado con su comida con toda la felicidad del mundo, ignorando a todo y a todos. La peliazul habia pasado su brazo derecho por detras del cuello de Nabi mientras apoyaba su cabeza en el hombro del rubio y con un susurro manifestó su deseo de no perder a su amigo.
Solo es un arañazo, mañana estaré como nuevo. Ya veras.
El dueño de la casa dirigió su mirada a la bola de pelos que ahora gruñia a la comida sin motivo aparente, aún tenian que decidir que hacer con él. Él seguia pensando que ella seria la mejor cuidadora que el perro podria tener, aunque tuviera que dejarle solo de vez en cuando por irse de mision o simplemente por tener que ir a algún sitio, se acabaria preocupando más que nadie por el can, y ambos lo sabian.
Al final... ¿qué vas a hacer con él?
—Nabi—