4/07/2018, 15:58
(Última modificación: 4/07/2018, 16:24 por Uchiha Akame.)
Akame se encogió de hombros.
—No creo que pueda saludar mucho en este momento —anunció, con tono despreocupado—. Y tampoco deberías entretenerte. Cuando despierte no recordará quienes somos, ni que estuvimos aquí, ni nada de lo que ocurrió. Y lo que pasó con sus hijos será sólo un sueño distante. Un recuerdo lejano, como de otra persona, vivido en otra vida. Para ella, habrá sido un desafortunado accidente de carromatos lo que le arrebató a su familia.
El jōnin no tuvo reparos en admitirlo frente a Karamaru; poco le importaba lo que éste tuviera que decir al respecto. Él había administrado su caridad a aquella desgraciada.
Cuando Karamaru abriese la puerta, vería a Takigure Pō reposando sobre la silla. Pese a que su cuerpo se mantenía más o menos erguido, la mujer tenía la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados; como si durmiese plácidamente. La habitación también había sido limpiada de todo rastro del secuestro y parecía, a todas luces, un cuarto trastero común.
—No creo que pueda saludar mucho en este momento —anunció, con tono despreocupado—. Y tampoco deberías entretenerte. Cuando despierte no recordará quienes somos, ni que estuvimos aquí, ni nada de lo que ocurrió. Y lo que pasó con sus hijos será sólo un sueño distante. Un recuerdo lejano, como de otra persona, vivido en otra vida. Para ella, habrá sido un desafortunado accidente de carromatos lo que le arrebató a su familia.
El jōnin no tuvo reparos en admitirlo frente a Karamaru; poco le importaba lo que éste tuviera que decir al respecto. Él había administrado su caridad a aquella desgraciada.
Cuando Karamaru abriese la puerta, vería a Takigure Pō reposando sobre la silla. Pese a que su cuerpo se mantenía más o menos erguido, la mujer tenía la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados; como si durmiese plácidamente. La habitación también había sido limpiada de todo rastro del secuestro y parecía, a todas luces, un cuarto trastero común.